La Voz del Interior 25-03-2021 - Alejandro Rollán La estrategia inicial era comenzar a exportar carne a China. Sin embargo, la pandemia mantiene demorada desde hace más de un año la habilitación de sus instalaciones, pero la idea de vender al exterior no podía postergarse.

Lejos de quedarse a esperar la autorización desde Asia, el Frigorífico Río Cuarto, propiedad desde hace dos años de la empresa Frigorífico Coronel Moldes, comenzó a mirar a Europa. Un viejo conocido del establecimiento que hasta 2009 participó de los envíos a ese mercado con cortes de la cuota Hilton.

Y la gestión ante la Unión Europea (UE) dio sus frutos, a partir de las inversiones y las adecuaciones realizadas. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó hace 20 días la planta y la incluyó en el prelisting para su regreso comercial al Viejo Continente.

Ahora sólo resta la oficialización del nombre del frigorífico en la lista definitiva de establecimientos argentinos aprobados por el bloque europeo, que sería durante el transcurso de los próximos días.
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“Tener abierto el establecimiento a la UE nos ubica dentro de una categoría de frigoríficos con grandes posibilidades de seguir abriendo nuevos destinos”, reconoció a La Voz Clodomiro Carranza, presidente de la empresa Frigorífico Coronel Moldes, propietaria de la planta ubicada en Río Cuarto.

Con la autorización, la planta va a poder embarcar volumen dentro de la cuota Hilton –la de mayor cotización–, integrada por cortes enfriados de alta calidad con tratamiento arancelario diferencial, extra Hilton (con un arancel mayor) y de la cuota 481, que cortes de animales terminados en feedlots.

De esta manera se convertirá en el segundo frigorífico habilitado en la provincia para comercializar la cuota Hilton; el otro es Frigorífico Río Segundo, que tiene habilitadas sus plantas de Logros y Vare.

Hasta 2009, el establecimiento de Río Cuarto participó dentro del reparto anual de 28 mil toneladas de cortes vacunos que integraban la cuota Hilton. Entre 2005 y 2009 envió 600 toneladas.

“Por planta nueva nos van a asignan, en un principio, 300 toneladas de cuota Hilton; la idea es, a mediados de abril, comenzar a trabajar para exportar lo antes posible”, adelantó Carranza.
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Más clientes

Si bien Europa es el destino que paga el mayor precio por la carne exportada –la Hilton tiene un valor de 11 mil dólares la tonelada y en baja–, sus características lo convierten en un mercado acotado.

Dentro de la cuota Hilton compran sólo siete cortes: bife angosto, cuadril, lomo, nalga de adentro, nalga de afuera (conformado por cuadrada y peceto), bola de lomo y bife ancho. Cada frigorífico tiene un cupo asignado. A eso se le suma lo que pueda aportar el negocio no Hilton y la participación en la cuota de cortes de animales de feedlots.
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“Para que la exportación a la Unión Europea sea un negocio normal, tenemos que tener otros destinos que absorban el resto de la media res que va a exportación, que es un animal más pesado y que se dificulta su colocación en el mercado interno”, admitió el empresario.

Es por ello que, una vez cumplimentada la formalidad con Europa, el frigorífico va a solicitar la habilitación para Chile, un mercado que le va a permitir integrar los cortes del cuarto trasero de la res que consumen los europeos con los del cuarto delantero (cogote, aguja, bife ancho, carnaza de paleta, chingolo, marucha, brazuelo, asado, pecho y falda) que demanda el país transandino.

A diferencia de la UE, que delega en la autoridad sanitario local la habilitación de los frigoríficos, Chile lo hace a través el servicio sanitario de su país, cuyos técnicos deben visitar el establecimiento para su aprobación.

“Con la Unión Europea, China y Chile lograríamos un negocio más integrado en la exportación”, asegura Carranza, quien también revela que la empresa tiene bajo análisis la incorporación de la faena kosher, para la exportación de carne a partir de las prescripciones religiosas del judaísmo. “Lo estamos analizando porque es un mercado que tiene rentabilidad, aunque tiene una inversión importante”, destacó.

Mano de obra

Con un plantel de 100 trabajadores, el frigorífico riocuartense tiene una capacidad de faena de 500 animales diarios. El objetivo es que la exportación se lleve el 50 por ciento.

Según el empresario, cuando el establecimiento pueda hacer el desposte de la media res (separarla en cortes) necesitaría 100 personas más, para cubrir las áreas de frío, desposte y logística.

La otra planta que la empresa tiene en Coronel Moldes se dedica 100% al consumo interno y trabajan 156 operarios. Su nivel de actividad la convierte en la segunda de mayor faena en la provincia.