Revista Puerto 12-03-2021 - Roberto Garrone Un grupo de fileteros de una planta clandestina de pescado se manifestó en la puerta de la principal terminal del puerto local y por unas horas impidió el paso de camiones.

¿Qué tienen que ver los obreros del pescado con la terminal marítima como para llegar hasta la jurisdicción portuaria? El dador del pescado en la planta de Azopardo 4678 sería un inspector de pesca, según refirieron los trabajadores a los dirigentes del SOIP que los acompañaron en la tarde del miércoles.

“El inspector es José Figueredo. El lleva el pescado pero la planta es del hijo”, ampliaron los fileteros, que reclaman por la continuidad laboral. Otras fuentes consultadas aseveraron que en realidad la planta es del propio Inspector.

“Desde noviembre que venimos cortando pescado ahí adentro. Para Figueredo y para otra persona que también mandaba pescado para cortar”.

El suministro de pescado fresco se cortó hace dos semanas y los obreros reclaman que alguien se haga cargo. “Fuimos a la casa de Figueredo en el barrio Juramento pero nos esperaban dos patovicas enfierrados, por eso decidimos venir a reclamar acá para hacer visible nuestra situación, que desapareció y no tenemos más trabajo”, contó otro de los manifestantes.

Entre los inspectores de pesca ayer fue un día de duelo por el fallecimiento de Marcelo Romero, uno de los integrantes del cuerpo de control del Distrito Mar del Plata. El trabajador se descompuso en su casa en la mañana del miércoles luego de haber fiscalizado una descarga en horas de la noche del martes.

La protesta se levantó minutos después de las cinco de la tarde. “Si no aparece mañana y da la cara, volvemos acá y cortamos de nuevo”, anticiparon desde el grupo de fileteros.

Esta es parte de la realidad de la industria pesquera marplatense. Trabajadores que cortan pescado en cuevas sin nombre y mucho menos habilitación, pescado del que se desconoce el origen que aporta un empleado público dedicado, supuestamente, a controlar a aquellos a los que, en el mejor de los casos, les compra el pescado, y guardias que protegen a los inspectores/empresarios del reclamo de los obreros.

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