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Bichos de Campo 10-03-2021 - Nicolas Razzetti En febrero se morigeró la suba del precio de la carne vacuna (el alimento preferido de los argentinos). Se trata de una buena noticia (para los consumidores) en una economía en la que todo aumenta a un ritmo muy acelerado.
El incremento en ciudad de Buenos Aires y conurbano bonaerense, según la medición realizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), fue en febrero pasado de sólo 1,1% respecto del mes de enero de este año. El freno en la escalada de precios estaría motivado por la caída en el poder adquisitivo de la población.
De todas maneras, cabe señalar que, a pesar de todas las dificultades económicas, en los últimos doce meses el precio promedio de la carne vacuna registró un aumento interanual del 73,1%, una cifra muy superior a la inflación oficial del 38,5%.
De todas maneras, el ajuste del valor promedio de los cortes de carne vacuna, si bien puede parecer elevado, no logró compensar la suba del precio de la hacienda, lo que implica que la cadena comercial perdió rentabilidad en el último año.
Los valores de la hacienda liviana, que se destina para abastecer el consumo interno, experimentaron un alza del orden del 80% en el último año. La cuestión es que, si bien los precios de la hacienda se recuperaron de manera importante en el último año, la capacidad de respuesta de la oferta está comprometida porque engordar novillos en corrales no es negocio con la actual estructura de costos.
La principal razón de ese fenómeno es que las categorías con destino a invernada registraron aumentos del orden de 120% en el último año debido a restricciones de oferta promovidas por un stock de vientres resentido desde la mega-liquidación del rodeo bovino instrumentado entre 2008 y 2011.
Adicionalmente, la relación maíz/novillo –el cereal viene registrando alzas considerables en los últimos meses– desmejoró de manera notable para promover planteos de engorde mayormente pastoriles, que lentifican el ingreso de hacienda al mercado. |
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