El Cronista Comercial 08-03-2021 - Carlos Boyadjian Pese a la falta de lluvias que afectó a vastas regiones del país, que se traducirá en una baja de los rindes y menor volumen producido, las exportaciones de maíz generarán unos u$s 8000 millones en la presente campaña.

El monto total por ventas al exterior representa un incremento cercano al 33% respecto del ciclo 2019/20 y, de confirmarse, sería el mayor registro en 20 años, nada menos que desde la campaña 2001/02.

"A los precios actuales y gracias a la mayor producción y colocación en el exterior que la cadena de maíz argentina logró en los últimos años, las exportaciones del grano amarillo podrían este año generar un ingreso récord de 7.960 millones de dólares", asegura un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Es una buena noticia en momentos en que el nuevo ciclo comercial del maíz da inicio oficialmente esta semana y en un escenario en que aún con una menor producción prevista por factores climáticos, "las expectativas en cuanto al potencial exportador se mantienen favorables", precisó la entidad.

En este sentido, también el fisco tiene motivos para el festejo. Es que los exportadores de maíz dejarían en las arcas públicas cerca de u$S 960 millones en concepto de derechos de exportación. Hoy el maíz y también el trigo tributan el 12% del valor exportado.
De confirmarse el monto proyectado de exportaciones en casi u$s 8000 millones, sería el mayor registro en 20 años, nada menos que desde la campaña 2001/02

El principal motor de este incremento, sin dudas, es el salto que dieron los precios internacionales del cereal, que en el caso del maíz llegaron al 40% del valor que tenían previo a la pandemia. La Bolsa de Comercio rosarina destaca, además, que en enero del 2021 "se alcanzaron los precios más altos del cereal desde mediados desde junio del 2013".

Esto responde básicamente a que se sostiene la demanda internacional, sumado a algunos problemas climáticos en los países productores, no sólo de maíz, sino también de soja y trigo.

Pero esencialmente, a un debilitamiento del dólar producto de las medidas de asistencia implementadas en el contexto de pandemia, y la fuerte expansión del gasto público en Estados Unidos.

Como suele ocurrir, la contracara de un dólar más débil es la recuperación de los precios de las principales materias primas, tanto agrícolas, como metales y también los precios del crudo.