El Cronista Comercial 14-01-2021 - EZEQUIEL M. CHABAY Luego de presentar una queja formal, el gobierno de Brasil confirmó a través de su presidente, Jaír Bolsonaro, que la demanda de trigo argentino seguirá estando "garantizada", pese a los idas y vueltas que se abrieron en la relación comercial del cereal en noviembre de 2019.

Bolsonaro recibió este miércoles en el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, al embajador argentino Daniel Scioli y allí aseguró que están “garantizadas” las exportaciones de todo el trigo argentino a ese país, en medio de un contexto que presiona el precio de las commodities a la alza.

“Agradezco al presidente Bolsonaro nuestro encuentro y el regalo en el día de mi cumpleaños. Me manifestó que vamos a seguir profundizando nuestra relación, y me dio la tranquilidad que están garantizadas las exportaciones del trigo argentino a Brasil”, aseguró Scioli al cabo de la reunión.

Y luego tuiteó al respecto:

Agradezco al presidente @jairbolsonaro nuestro encuentro y el regalo en el día de mi cumpleaños.

Me manifestó que vamos a seguir profundizando nuestra relación, y me dio la tranquilidad que están garantizadas las exportaciones de todo el trigo argentino a Brasil. pic.twitter.com/2aXrUrSqok
— Daniel Scioli ???? (@danielscioli) January 13, 2021



Scioli había expresado su preocupación por el decreto 10.557 de la República de Brasil en el que se habilitaba una cuota de importación mínima, de forma permanente, de 750.000 toneladas anuales de trigo de países por fuera del Mercosur con un arancel de importación del 0%, un beneficio que hasta hace poco estaba reservado a los países del bloque.

El embajador trasladó esa inquietud al jefe de Estado brasileño y hoy obtuvo el compromiso de garantizar las exportaciones del cereal de nuestro país.
Scioli, el día de su cumpleaños, visitó la sede de la presidencia del Brasil.

El trigo representa el 15% del monto total de las exportaciones argentinas a Brasil, y es uno de los tres principales productos exportados.

La polémica se inició en noviembre de 2019 cuando Bolsonaro decidió abrir ese cupo, en beneficio fundamentalmente de los productores de los Estados Unidos y Canadá. Tras constantes reclamos, Brasilia explicó que se estaba dando cumplimiento a un compromiso asumido décadas atrás ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Sin embargo, los productores locales especularon entonces con que Brasil buscaba derrumbar los precios del trigo generando una competencia en un mercado que hasta ahora era suplido fundamentalmente por la Argentina, Paraguay, Uruguay, y la producción local.