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Infocampo 22-12-2020 - Facundo Mesquida Los buenos resultados de la cosecha gruesa 2019/2020, sumados a las complicaciones del mercado cambiario para poder comprar dólares y los inconvenientes para colocar granos en los puertos, con la frutilla del postre que fue la suba general de los precios de los commodities agrícolas, propiciaron un clima especial para la compra de los fierros.
Los productores comenzaron poco a poco a equiparse. Algunos renovaron sus tractores, otros incursionaron en alguna que otra pulverizadora, y los contratistas aprovecharon para renovar parte de su flota.
En números, y de acuerdo al relevamiento que realizó la Fundación Mediterránea de los datos de actividad industrial que publica Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), hasta el noveno mes de 2020: “los implementos incrementaron sus niveles de ventas el 33,1%, las sembradoras el 21,7% (en estos dos rubros se concentra un gran número de empresas) y los tractores el 4,9%”, donde sólo las cosechadoras mostraron un comportamiento negativo del 2,5%.
Los resultados generales son muy positivos para la industria por retomar un ritmo de ventas que había perdido hace unos años, pero también para los productores y contratistas rurales, porque han elevado la clase de tecnología que le pueden aplicar a sus producciones, tanto a nivel de achicar costos (por menor consumo de combustible de los nuevos equipos), sino también por el nivel de agricultura de precisión que incorporan las nuevas máquinas.
Siguiendo con el análisis de la Fundación, “dentro de segmento de implementos, las pulverizadoras en lo que va del año crecen 74,9% y los implementos de acarreo lo hacen 40%. En ambos casos se lograrían niveles históricos desde 2016”.
“El nivel de ventas acumulado al tercer trimestre es el más alto desde 2011 en implementos y sembradoras. En tractores solo es menor a los registros de 2013 y 2017”, señala el informe. |
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