Revista Puerto 10-12-2020 - Karina Fernández Va concluyendo el año y el Consejo Federal comienza a establecer las capturas máximas para las especies comerciales en función de las recomendaciones del INIDEP. Se ha pasado otro año sin que este cuerpo colegiado trabajara sobre un plan de manejo para el langostino y para la merluza, objetivos de mínima en la administración sustentable. Tampoco han abordado la problemática de los investigadores, que en un 54% cobran sueldos de pobreza. Parte del presupuesto del INIDEP sale del FONAPE, el fondo que administra el CFP; y ni siquiera se ha presentado una propuesta de redistribución de esos fondos (ver El 54% de los investigadores del INIDEP tiene sueldos de pobreza).

A pesar de atravesar esta situación los biólogos siguen trabajando y la semana pasada presentaron nuevos informes que dieron herramientas a estos consejeros y su presidente, para que puedan administrar correctamente los recursos. Se establecieron medidas de manejo para la vieira tras la veda de la Unidad de Manejo B, habilitando tres zonas en las que se podrá pescar hasta fin de año. Se confirmó el inicio de la temporada de calamar para el 16 de enero y se reunión la Comisión de Seguimiento de Merluza Negra, donde se planteó el interés del sector por pescar dentro de las Áreas Marinas Protegidas.
Calamar

Ante la solicitud de las cámaras empresarias, el Consejo dio tratamiento a la solicitud de apertura anticipada de la temporada de calamar en 2021. En los últimos años, y a raíz de estudios realizados por el Programa Cefalópodos del INIDEP, se sabe que en la región patagónica, en el mes de enero, se distribuye el stock desovante de verano entre los 44º y 48º de latitud Sur y 62º de longitud Oeste, con una muy baja o nula conexión con el stock sudpatagónico que se intenta proteger; por lo tanto, se ha permitido la pesca en esa zona de forma anticipada. Esto fue lo que recordaron los consejeros en el Acta 29 y dejaron establecido el inicio de la temporada del calamar illex al sur del paralelo 44º Sur a partir del 16 de enero de 2021.
Vieira patagónica

En la anterior reunión del CFP, las biólogas a cargo del Proyecto Vieira hicieron entrega del informe basado en datos de la pesca y campañas de evaluación, a partir del cual se recomendó el cierre de la Unidad de Manejo B, la más importante de la pesquería. Los consejeros informaron que se observó un valor ligeramente superior al del año 2019 como consecuencia de la incorporación de las cohortes 2017-2018 y 2018-2019; pero olvidaron mencionar que no se registró presencia de reclutamiento al fondo en 2019-2020, lo que indicaría que falló el reclutamiento, según informaron también las investigadoras.

Durante la evaluación se comprobó que en el 56,6% de los lances realizados en la UM B predominaron los ejemplares de longitud sublegal, independientemente del valor de eficiencia de la rastra que se aplique (0,67 o 0,5); “el número de lances que cumplen con las dos condiciones que habilitan a la pesca es muy reducido: 11 y 13 lances”, señalaron en el informe.

“Ante este panorama, si bien significa la limitación de las capturas en lo inmediato dentro de la UM en estudio, lleva asociada la expectativa de una posible mejora en las capturas en el mediano plazo”, indicaron las investigadoras y propusieron, en virtud de las reiteradas solicitudes de las dos empresas que explotan el recurso de pescar en áreas de la UM B no prospectadas, permitir la pesca de forma exploratoria en el resto de los polígonos que definen esta unidad de manejo.

Dichas áreas fueron establecidas la semana pasada en el CFP a sugerencia del INIDEP en tres zonas y fechas consecutivas desde el 1 y el 31 de diciembre. Las biólogas recordaron en el informe analizado que la biomasa que sustenta las capturas actuales y del futuro inmediato de la pesquería se debe solo a reclutamientos localizados, lo que implica la necesidad de implementar medidas altamente precautorias, principalmente relacionadas con la protección de tallas no comerciales.

En este contexto, desde el INIDEP sugirieron una captura máxima, dependiendo del nivel de protección que se pretenda dar, de entre 2.002 y 5.927 toneladas. El Consejo decidió dejarla establecida en 3.000 toneladas.
Merluza negra

Se reunió la Comisión de seguimiento para la especie, y se presentó la evolución de los desembarques y de comercio exterior desde 2015 a 2020, al tiempo que se informó sobre los alcances de la reglamentación de la “Ley de protección de mamíferos marinos” y la clasificación que se le ha otorgado a la merluza negra respecto de la interacción con estas especies protegidas y los requerimientos de certificación que exige Estados Unidos para su ingreso al mercado.

El INIDEP realizó una presentación sobre la evolución de la pesquería en función de las capturas y, según señala el acta, consideró que se encuentra en “una situación de estabilidad considerada como favorable para la sostenibilidad de la pesquería”.

Tras realizarse en 2020 una campaña de juveniles, los investigadores sugirieron darle continuidad. También recomendaron el estricto control sobre la prohibición de realizar operaciones de pesca a menos de 800 metros de profundidad en las tres cuadrículas que conforman el Área de Protección de Juveniles de la especie.

Por su parte, las empresas plantearon que sería importante “habilitar la actividad en las Áreas Marinas Protegidas con un plan de manejo y bajo las condiciones que resulten necesarias”. Además, solicitaron que se transmita a las autoridades de la Administración de Parques Nacionales la importancia de mantener la participación del sector pesquero en las reuniones relacionadas con los planes de manejo y en cualquier taller o actividad que se realice sobre esta temática. Finalmente solicitaron al INIDEP que analice la posibilidad de devolver al mar los ejemplares de juveniles que llegan vivos a bordo y que eventualmente se revise la normativa para que se diferencie del descarte. Ahora se trabaja en un proyecto para realizar una experiencia con observadores.
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