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La Voz del Interior 11-11-2020 - Favio Ré La foto de los últimos días parece alentadora: entre el domingo y este martes, se registraron nuevas lluvias en Córdoba que consolidaron el proceso de recuperación de los perfiles de humedad que comenzó en octubre, tras uno de los peores ciclos invernales en materia hídrica de los últimos años.
De acuerdo con los datos que recogen de manera permanente las redes de estaciones meteorológicas de la Provincia y de Bolsa de Cereales de Córdoba, hubo precipitaciones de entre 10 y 30 milímetros en el sudoeste y centro del territorio.
Coronel Moldes lideró la tabla, con 35 milímetros; seguida por Chaján, con 30; Bulnes, con 27; General Levalle, con 23; Vicuña Mackenna, con 21; y Los Jagüeles, con 20.
También superaron los 10 milímetros Villa del Rosario, General Deheza, Alta Gracia, Río Cuarto, La Carolina de Potosí, Villa Valeria, Huinca Renancó, Pavin, Huanchilla y Alejandro Roca.
En el resto de Córdoba (este, sudeste y norte), las descargas fueron muy escasas o directamente nulas.
El problema es que esta foto se inserta dentro de una película que puede calificarse como dramática, por ejemplo, para los cultivos de invierno: el trigo perdió millones de toneladas por la sequía y el garbanzo va camino a la peor cosecha en una década.
Según datos de la Bolsa de Cereales cordobesa, las lluvias del bimestre agosto-septiembre fueron 62 por ciento inferiores al promedio 2007-2020. En octubre, si bien comenzaron a llegar las precipitaciones, en 14 de 19 departamentos estuvieron por debajo de la media histórica.
Del mismo modo, un informe elaborado por la Nasa y citado por Meteored, muestra que la sequía actual es la más intensa en Sudamérica desde el 2002. |
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