Revista Puerto 08-09-2020 - Nelson Saldivia “Por orden del Ministerio de Salud de la provincia de Chubut se suspenden todas las actividades portuarias a partir de las 00 horas del lunes 7 de septiembre por el plazo de 24 horas”. La notificación llegó a los diversos actores de la actividad portuaria de Puerto Madryn poco antes de la medianoche.

No hay precedentes de una situación extrema de esta magnitud de paralización total de actividad del principal puerto de la Patagonia.

Los casos de coronavirus se multiplicaron en los últimos 10 días en Puerto Madryn y uno de los epicentros del origen es el puerto.

De pocos casos aislados se pasó, en escasos días, a 253 activos confirmados en la ciudad y con casi 700 contactos estrechos sospechosos de estar infectados, según reportó anoche la cartera sanitaria de Chubut.

Toda la cadena productiva de la industria pesquera de la ciudad reporta casos: marineros, tripulantes de barcos langostineros, estibadores y empleados de las plantas de procesamiento, dieron positivo a test PCR.

Fue un domingo de extrema preocupación entre los diferentes actores del puerto de Madryn. Algo falló. Los protocolos diseñados detrás de un escritorio y desde cómodas poltronas de cuero, no funcionaron.

El blindaje de las resoluciones administrativas no pudo frenar al virus. El viernes cuando empezó a circular el posible arribo de barcos pesqueros, que operan sobre el langostino, en aguas nacionales, con síntomas presuntos compatibles con coronavirus, desde la Administración Portuaria de Madryn se dio a conocer una medida que impedía el ingreso a rada de cualquier barco que no haya sido despachado de un puerto de Chubut. Excepto, que tuviera cumplimentado los 14 días de cuarentena a bordo y la certificación de test PCR negativos de cada uno de los empleados a bordo del barco.

La medida despertó polémica porque derramaba visos de inconstitucionalidad, pero, sobre todo, carecía de sentido de atención humanitaria.

El abrupto cambio de decisión se gestó en la madrugada del sábado, cuando la madre de uno de los tripulantes del Santiago I, militante partidaria de la actual gestión política local, exigió que permitan descender a los tripulantes del barco bajo amenaza de llevar el tema a los canales de televisión nacional.

Así, el sábado desembarcaron voluntariamente 16 marineros del Santiago I. Desde el sector de los marineros hubo fuertes cuestionamientos hacia quienes habían pretendido impedir que pacientes de Covid puedan realizar el aislamiento preventivo obligatorio en tierra. Después de ingentes gestiones y como consecuencia de una fuerte presión social se habilitó como medida de excepción el desembarco de tripulantes positivos de Covid-19 para que completen el aislamiento en tierra en un hotel; se trasladó a marineros del barco Santiago I al Samay Huasi de la calle Albarracín al 200 de Madryn.

Simultáneamente se iban confirmando casos durante el viernes, sábado y domingo en el ámbito de la estiba, que alcanzaba no solo a operarios de muelle, sino también en al menos una planta de procesamiento del parque industrial liviano que obligó a parar las actividades, enviar al personal a la casa y desinfectar las instalaciones.

Este lunes, el personal de actividades afines como comercio exterior, despachantes de aduanas, y otros vinculados directamente al puerto prevén realizar testeos de PCR.

En Madryn en forma privada hay un solo lugar donde realizarlos, a un costo de siete mil pesos; laboratorio en el que el domingo hubo más de una cuadra de cola, de particulares, intentando practicarse un examen. El sistema público de salud solo realiza (o gasta) un test a quien sea ‘contacto directo con síntomas’.

El puerto de Madryn por primera vez paraliza por completo, por 24 horas, sus operaciones a partir de una decisión del Ministerio de Salud bajo los preceptos de la Emergencia Sanitaria.

La pandemia no sabe de medidas administrativas y obliga a replantear decisiones, ante un escenario internacional cada vez más complejo, y de derivaciones imprevisibles.