Revista Puerto 26-08-2020 - Roberto Garrone “Estoy mucho mejor; pasó la tormenta después de la muerte de mi viejo y quiero recuperarme. Voy despacio, pero sin pausa. Ya tengo a todos los trabajadores en blanco, manejamos la empresa sólo con mi hermana Evangelina, y reparando los barcos. La idea es tenerlos todos operativos a partir de enero de 2021”.

Diego Mattera se entusiasma cuando cuenta todo lo que hizo y todo lo que queda por hacer como CEO del grupo empresario que lleva su apellido. Que creó su padre Juan y que conduce desde su muerte, allá por 2013, unos meses después de que terminó el frigorífico en Ortiz de Zárate, frente a Solimeno Mare.

“Mi idea es juntar todo acá. Centralizarlo con las envasadoras de Guanahani donde funciona Frigorífico Don Luis y poder trabajar el pescado fresco y almacenar el congelado del Fonseca y los poteros. Hoy acá y allá está todo ocupado con servicio de frío para terceros. Un día quiero congelar mi propio pescado”, dice Diego.

Ni el caso de Covid positivo en la pyme de Guanahani le saca el buen humor. “Son cosas que pasan; nadie está exento de esto. Por suerte la envasadora no trabajaba desde el 7 de agosto, pero igual suspendimos todas las actividades y vamos a desinfectar”, cuenta de ese caso en un día en que también se confirmaron casos en MDQ Irala, la pyme de Solimeno; y otro en la cooperativa La Nueva Arhehpez.

El viernes pasado terminaron de acordar con los trabajadores de Costa Sur, la fasonera que cortaba pescado en San Salvador y José Hernández. Los treinta y tres obreros, entre peones, fileteros y balanceras, seguirán trabajando en esa planta que es propiedad de Mattera.

“Quiero agradecer a Carlos Liberman y a Cristina Ledesma porque ayudaron a que esta negociación termine de esta manera. Hay un reconocimiento de la antigüedad, ya entregamos una parte de ese dinero el viernes cuando firmamos los papeles y el resto será en estos días”, revela el empresario.

El grupo laboral no venía trabajando con asiduidad. Lo reconoce el propio armador. “Estamos con el Camerige y el Madre Margarita a merluza, pero vendíamos gran parte de la captura para poder hacer frente a otros gastos. El Karina baja de TPA la próxima semana. En enero estuvo en SPI el Fonseca y estamos en trabajos finales e inspecciones para salir lo antes posible. El Taisei Maru también hizo dique y pedimos ampliar la justificación de inactividad del Franco y de Don Agustín. Esperamos una ayuda del CFP para aprobarlas. Cuesta cumplir con los plazos porque los servicios se resintieron con esto de la pandemia”, explica el empresario.

Sobre el escritorio hay pilas de papeles. Mattera busca uno y cuando lo encuentra lo pone sobre el centro de la mesa. Es un presupuesto de una empresa por casi 10 millones de pesos. “Y es solo el anticipo. Falta el 60 por ciento”, asegura el armador. La intención es actualizar las prestaciones del potero Taisei Maru y tenerlo listo la temporada que viene.

“La idea es comenzar el 2021 con todos los barcos pescando”, anticipó. “Invertiremos unos 4 millones de dólares en toda esta movida. Me gustaría que fuese más rápido y tenerlos ya pescando, pero cuando tuve la plata para cambiar el motor del Franco no tenía el motor y cuando tuve el motor ya el dinero había tenido que usarlo para otra cosa. Se ha hecho muy difícil, pero estamos saliendo”, resumió.

“Margastín” es la unión de los dos nombres de los abuelos de Diego y Evangelina. Margarita y Agustín. En los últimos días también acordaron el pago del bono del gobierno del cual Mattera estaba atrasado. Los trabajadores pasan en blanco pero sin antigüedad.

“Si yo mañana los rajo, tengo al gremio prendiendo gomas en la puerta. No gano nada con eso y se lo dije a Cristina (Ledesma). Mi idea es darles más trabajo; con los que pasaron no me alcanzarán porque hay muchos que están exceptuados por lo del virus. Voy a tener que incorporar más trabajadores”, asegura.

Si los planes esta vez se cumplen, la idea del empresario es reunir a todo el personal en la planta de Ortiz de Zárate que tuvo su inauguración fallida allá por 2012. “Mi viejo hizo todo esto porque tenía el sueño de embolsar pescado congelado con la marca Mattera. Que el mundo lo conociera por la bolsa de pescado. Ese sueño sigue en pie y lo haré realidad en memoria de mi viejo”.

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