Revista Puerto 12-08-2020 - Nelson Saldivia En el arranque de semana el conflicto suscitado entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación y las empresas pesqueras de Comodoro Rivadavia tuvo un punto de máxima tensión, cuando en horas de la tarde, grupos de choque del SUPA desalojaron por la fuerza a los manifestantes del STIA que permanecían bloqueando la entrada al puerto impidiendo el ingreso de materia prima a las plantas ubicadas dentro de ese predio. Hubo escenas de violencia y los trabajadores de las pesqueras optaron por despejar el lugar y levantar el corte.

Se trata claramente de un agravamiento del conflicto ya que, además, en la delegación comodorense de la Secretaría de Trabajo de Chubut no prosperó la audiencia llevada cabo entre las partes, ya que el STIA exige la firma del mismo acuerdo salarial que suscribieron las empresas de Puerto Madryn, Trelew y Rawson.

Por su parte, las pesqueras de Comodoro Rivadavia plantean que se otorguen sumas fijas a partir de agosto y hasta que termine la temporada de langostino en aguas nacionales, tras lo cual, ofrecen volver a sentarse a negociar salarios antes del inicio de la temporada en aguas provinciales.

Desde el sindicato se había reclamado un monto de 10.000 pesos, retroactivos al mes de junio. En tanto, la propuesta empresaria apuntó a dar un anticipo a cuenta de 5.000 pesos, hasta que firme la cámara signataria un acuerdo para la temporada 2020/2021.
Conciliación no acatada

Con todo, las empresas pesqueras agrupadas en la Cámara Empresaria del Golfo San Jorge rechazan los términos de los acuerdos salariales que empresas del sector firmaron por afuera de CAPIP, en Madryn y Rawson. En Comodoro Rivadavia solo una empresa firmó la requisitoria sindical que representa un incremento salarial de al menos 43 por ciento.

El representante de la cámara Gustavo Adolfo Cañadas Pérez sostuvo que es imposible negociar con medias intimidatorias, señalando que la situación actual en términos de la economía nacional y los mercados internacionales hacen inviable pagar el acuerdo que aceptaron las empresas fuera de CAPIP.

“Es inaceptable negociar bajo presión o bajo extorsión. Hay una conciliación obligatoria que no es real. Hay una situación que las empresas no llamaron a los trabajadores para no tener problemas”, dijo el letrado al tiempo de sostener que “se hizo una propuesta para salir de esta situación. Creo que es necesario pautar un acuerdo diferencial, no como el del año pasado porque la realidad mundial es otra”, argumentó.
Acuerdo diferenciado

“No se puede trabajar bajo presión. Desde la cámara hicimos una propuesta para salir de la situación. CAPIP es la signataria del convenio, pero nosotros proponemos un acuerdo sanitario y laboral de mediano plazo”, al plantear las circunstancias especiales e inéditas que presenta toda actividad en 2020.

“Después que terminar la temporada de langostino en Nación; deberíamos discutir el problema. No somos la cámara signataria desde Comodoro, pero ahora vienen a reconocernos como tal”, sostuvo Cañadas Pérez.

El gerente de la Cámara pesquera comodorense precisó que hubo daños y lo habrá mayores si no se toman medidas de protección. “Hoy la mayoría de las empresas están haciendo (langostino) pelado devenado, todo premium. Pero el fasón no te da para exportar. A eso aplicarle un 43 por ciento de aumento, no da”, razonó.

“Con todo esto, no gana nadie, perdemos todos. Pierde la actividad. Hay cosas que se desvirtúan cuando hay dirigentes que dicen que las empresas pagan en pesos y exportan en dólares a 130 pesos. Hay cosas que se les dice a la gente que no son ciertas”, reflexionó Cañadas Pérez.

No obstante, consideró que es “tiempo de madurez de todas las partes. Las empresas plantean que así no pueden seguir, más allá de lo que haga la CAPIP o las empresas que acuerdan fuera de CAPIP. El que pierde es el que labura todo el día. El que trabaja todo el día gana lo mismo que el que hace pocas horas. Mientras se sigan dando sumas fijas y no se refuerza la producción, no hay incentivos”, cuestionó.

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