El Marplatense 04-05-2020 - Roberto Garrone El jueves zarpó de la Base Naval Atlántica la patrullera oceánica ARA “Bouchard”, una de las cuatro que Argentina le compró a Francia, para mejorar la vigilancia en nuestra zona económica exclusiva y desalentar el ingreso de buques extranjeros. Un grupo de más de 300 barcos que desde hace años realizan pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, que utilizan para eso trabajo esclavo y violan los derechos humanos de tripulaciones procedentes principalmente de Indonesia, Filipinas y países africanos.

Como siempre, acá también vamos detrás de la ola y parecen acciones para la tribuna. La patrullera recién salió luego que se conociera lo que sucede dentro del caladero nacional, con un centenar de barcos extranjeros pescando/robando calamar entre barcos argentinos.

La División Patrullado de la Armada tiene como objetivo mejorar la vigilancia de espacio marítimos y el control de los recursos no renovables como los pesqueros. La patrullera oceánica costó casi 90 millones de euros, tiene 87 metros de eslora, 13,6 metros de manga y 3,8 metros de calado. Su ficha técnica señala que esta diseñada para una tripulación básica de 40 integrantes y tienen una capacidad adicional para embarcar 19 personas.

La “Bouchard” salió, también, después del escandaloso caso que involucró al potero chino Lu Rong Yuan Yu 669, capturado por el Guardacosta Fiqué, de Prefectura, en la mañana del martes y liberado a las pocas horas luego que interviniera Cancillería y la Embajada China.

Hay unas 20 embarcaciones Lu Rong Yuan Yu, apoyadas por un gobierno chino que subsidia el combustible y respalda las actividades ilícitas como el trabajo esclavo a bordo y la evasión de controles. Hacen base en Montevideo y operan en nuestras aguas adyacentes a la milla 200.

“Entre abril de 2017 y julio de 2018, 4 embarcaciones del grupo Lu Rong Yuan Yu, han desembarcado en el puerto de Montevideo dos tripulantes muertos, uno grave y dos con problemas de salud”, expone Milko Schvartzman, especialista en Conservación Marna y quien hace 20 años estudia la presencia de esta flota ilegal y las consecuencias de la depredación en la atlántico sudoccidental.

Otros barcos de la flota fueron denunciados el año pasado por condiciones de trabajo forzado, brindar insuficiente alimento y agua, excesivas horas de trabajo y no pago mientras operaban en el Pacífico, en aguas de Perú.

La noticia de la captura del potero extranjero sobre el 42°S 58°W se difundió a la prensa, se le dio intervención al juez Federal Gustavo Lleral de Rawson, la Subsecretaría de Pesca inició el sumario para aplicar la multa por infringir la Ley Federal de Pesca y el decomiso de la carga y hasta las autoridades de Puerto Madryn rechazaron la posible llegada del barco capturado al muelle Storni sin antes cumplir con la cuarententa.

Pero el barco “se escapó” y desde el Ministerio de Seguridad persuadieron a Prefectura a emitir un comunicado vergonzoso el miércoles a la tarde en el que adjudicaron a una tormenta la imposibilidad del abordaje. Y que lo dejaron de perseguir para no poner en riesgo a las tripulaciones de ambos buques.

Fuentes de la propia Prefectura, la Armada y la Subsecretaría de Pesca, aseguran que el potero no se escapó sino que hubo una órden directa que bajó desde Cancillería para liberarlo. Argentina resigna soberanía y permite el saqueo de sus recursos pesqueros con tal de no generar un cortocircuito con su cliente más importante. Más bananero no se consigue.

Estas decisiones políticas vergonzantes cortan de cuajo cualquier esperanza de que la sobre explotación de nuestros recursos, disminuya. Por qué vamos a pedirle a Uruguay que le quite apoyo a la flota china en Montevideo si nuestras autoridades son los primeros que no los defienden, los primeros que resignan soberanía, los que los liberan. Antes de mirar al país vecino, hay que mirar a la Casa Rosada.

De qué sirve una patrullera, dos, tres, cuatro patrulleras, uno, dos tres guardacostas, aviones, invertir recursos humanos, técnicos y económicos, para que se aumente el control y la fiscalización en nuestras aguas si en un despacho, o ni siquiera, a través del teléfono, ya no solo permiten sino que avalan, el robo de nuestras riquezas naturales, recursos pesqueros que lo pescan empresas nacionales pero pertenece a todos los argentinos.

En el colmo de la sobre actuación, desde Pesca Nación designaron a un inspector de pesca a bordo de la patrullera. En caso de que la "Bouchard" capture algún barco extranjero, Jorge Alberto López, podrá labrar todas las actas de infracción que correspondan. Siempre y cuando sea español, taiwanes o coreano. Porque ya sabemos que si es un potero chino, quizás, ni lo persigan.
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