Revista Puerto 28-04-2020 - Nelson Saldivia Un grupo de trabajadores de la pesca que a diario viajan desde Puerto Madryn y Trelew hacia la planta de procesamiento Las Bardas ubicada en la localidad de Dolavon, en Chubut, cuestionó el accionar de directivos del STIA, por “perseguirlos” cuando se trasladan a su lugar de trabajo. Negaron que haya indocumentados, sí extranjeros, y sostienen que cumplen con los protocolos de traslado con distanciamiento y barbijos porque es su propia vida la que está en juego en medio de esta pandemia global.

Los obreros que deben viajar cuatro horas al día para ir a su trabajo y volver a sus casas criticaron que el sindicato, en vez de estar a su lado acompañándolos, esté intentando que no puedan llegar a sus puestos laborales.

Carolina Gisela Gómez le contó a Revista Puerto que “la situación fue que somos un grupo de trabajadores que vamos a trabajar a esta pesquera en Dolavon, y el directivo del STIA, Oscar Hughes, sale a hacernos una falsa denuncia. Nos saca fotos a escondidas cuando los trabajadores van a subir a los micros y hace una denuncia, y estuvimos una hora demorados en el puesto caminero a la salida de Madryn, pero la policía pudo constatar que todos y cada uno tenemos los respectivos permisos de circulación, porque estamos todos en regla”, explicó.

“Tenemos permisos de circulación, libreta sanitaria, y hay una nómina del personal que va en cada una de las unidades, tanto en las dos combis como en un colectivo. Van 26 personas en un colectivo y 12 personas en cada combi, respetando en todos los casos, el asiendo vacío de por medio”, indicó sobre las exigencias que imponen los protocolos de traslado en transporte por la emergencia sanitaria.

Gómez precisó que este grupo de obreros que fueron hostigados por el STIA son “personal temporario, ni siquiera somos eventuales; somos ‘personal a destajo’, es decir trabajamos cuando hay pescado”. Hoy se está haciendo pelado de langostino que quedó de la temporada. Respecto de las condiciones y relación laboral con Las Bardas, señaló que “estamos todos en regla, si no, no podríamos obtener las autorizaciones de la Provincia para circular. Hughes debería preocuparse por la gente en negro que hay en las empresas en Madryn. Además, como dirigente sindical si tiene algo que decir debería animarse y hacerlo de cara delante de los trabajadores. No sacando fotos a escondidas y hablando por su radio”, reprochó.

“Ninguno de los trabajadores estamos protegidos por el STIA, estamos totalmente desamparados”, aseguró Carolina Gómez. “Nadie puede trabajar en una pesquera si no son acomodados por el gremio, y eso es lo que les molesta en este caso. Hay gente que está hace mucho sin poder laburar y necesita comer, y en este caso el sindicato intenta que no puedan llegar a sus lugares de trabajo”, describió. “Somos trabajadores que tenemos cuatro horas de viaje por día, vamos muy temprano. Por ejemplo, los otros días, se trabajó doce horas, a lo que se le suman cuatro horas de viaje”, detalló al describir el esfuerzo de ese grupo de obreros de la pesca.

Por otro lado, desmintió que no tuvieran elementos de prevención para la realización de las tareas. “La gente tiene sus barbijos para viajar. Y en la planta cada uno tiene sus barbijos de trabajo, cofias, guantes. Trabajamos con las medidas de seguridad correspondientes, porque está en juego nuestra propia salud, no vamos a ir en contra de nosotros mismos”, razonó.

“Todos somos conscientes de la gravedad de esta pandemia, pero la vida continúa y tenemos que trabajar. Tenemos que llegar el pan a la mesa todos los días. Nosotros, día que no trabajamos, no cobramos”, aseveró. “No tenemos la suerte de Hughes de quedarnos en la casa. Ya que dicen que son tan solidarios, deberían aceptar la propuesta de ley de diputados de suspender los aportes sindicales ante esta crisis”, desafió.
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