Revista Puerto 27-04-2020 - Nelson Saldivia El Concejo Deliberante de Puerto Madryn estableció un impuestazo a la industria pesquera, en plena crisis por la emergencia sanitaria por coronavirus, al crear un fondo extraordinario que alcanza a bancos y empresas pesqueras de igual manera.

En el mismo momento que la industria de la pesca acaba de solicitar se declare la emergencia en la actividad, luego que en otra ciudad de Chubut se paralizaran completamente todas las plantas de procesamiento, en Madryn los concejales peronistas Federico Garitano y Eugenia Alianello impulsaron un proyecto de ordenanza creando un impuesto extraordinario.

En una sesión, a puertas cerradas, el Concejo Deliberante de Madryn aprobó sin mayor trámite el impuestazo. Y concluida la misma, su impulsor, Garitano, le contó a la prensa que estimaba que alcanzaría a quince empresas cuando en realidad alcanza a veinticinco. Aunque el grado de improvisación quedó al desnudo al señalar que creía que el impuesto genera la recaudación de entre 20 o 25 millones de pesos, cuando en realidad al aplicar los valores fijados se les impondrá a las pesqueras un tributo de casi 100 millones de pesos.

La ordenanza en cuestión se resolvió en horas, sin convocatoria al sector, ni un análisis de fondo, al punto que los ediles madrynenses ni siquiera saben lo que se iba a recaudar.

“Créase por única vez una contribución especial, extraordinaria y solidaria para la conformación de un fondo de emergencia para ser utilizado a raíz de la crisis generada por la pandemia de Covid-19. Estarán alcanzados por esta contribución las entidades bancarias y las empresas pesqueras”, dice la escueta ordenanza municipal.

“Se establece el cálculo para el valor de la contribución especial, única, extraordinaria y solidaria de acuerdo con la siguiente escala: Entidades bancarias: 300.000 módulos A. Empresas pesqueras de superficie total que supere los 5000 metros cuadrados y hasta 10.000 metros cuadrados: 350.000 módulos A. Empresas pesqueras de superficie total que supere los 10.000 metros cuadrados: 450.000 módulos A”, concluye.

Con todo, el impuestazo se da en medio de una profunda retracción económica, sin precedentes, y en momentos en que la mayoría de las empresas analiza avanzar en un Procedimiento Preventivo de Crisis, lo que implicará la reducción de mano de obra. El manotazo municipal a las pesqueras sólo aceleraría el proceso e implicaría el cese de actividades para algunas, en el corto plazo, con el escenario de conflictividad social que representarán más empresas cerradas en Chubut y el cierre de fuentes de empleo.

La medida va exactamente a contramano de lo que la industria pesquera de Chubut planteó al gobierno provincial reclamando medidas de alivio fiscal y la declaración de la emergencia del sector ante la imposibilidad de sostenimiento de las empresas y de los empleos.
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