Revista Puerto 24-04-2020 - Roberto Garrone Ampliar el protocolo y mejorar los controles. Eso definieron ayer en las primeras horas posteriores a los primeros casos positivos de covid-19 en la industria pesquera local las cámaras armadoras y los sindicatos junto con autoridades sanitarias de la Municipalidad del Partido de General Pueyrredon, el Consorcio Portuario y la Prefectura.

Pero antes que eso ocurra, la adenda al protocolo sanitario firmado el 28 de marzo se hizo tras una reunión con representantes de casi todas las partes en la sala del Directorio del Consorcio Portuario, algunos actores de la comunidad portuaria hicieron un repertorio de actuación por distintos sectores del puerto.

Los estibadores y obreros navales cortaron a primera hora el acceso a las terminales 2 y 3, reclamando un hisopado para los 700 estibadores y que se mejoren los controles. Prefectura montó un operativo especial e impidió que circule materia prima de origen marino, incluso dentro de la jurisdicción portuaria.

Se amplió la declaración jurada que deben completar los tripulantes y al apartado de los síntomas, por recomendación de la Secretaria de Salud municipal, se agregó “pérdida de gusto y olfato”. Uno de los síntomas difundidos hasta el cansancio en estos 33 días de aislamiento social obligatorio, pero que se les pasó de largo a varios protagonistas preocupados por la salud de los trabajadores.

El hisopado que Solimeno realizó no será obligatorio para nadie. Sigue fuera del protocolo y es una exclusiva facultad de los armadores como ha ocurrido hasta ahora. Como también ha quedado fuera la requisitoria que hasta el lunes pasado tenían los gremios de imponer la cuarentena a tripulantes foráneos antes de que zarpen.

Ni siquiera para los buques congeladores y fresqueros con destino a un puerto distinto al de Mar del Plata. Su realización es “altamente recomendable” en esos casos. “También lo harán muy posiblemente los fresqueros que vayan a langostino, el resto no, seguirá como hasta ahora”, dijo una fuente empresaria.

Para las flotas fresquera y costera se deberán hacer los exámenes previos a toda la tripulación, entregar las declaraciones juradas y, cuando regresen, se repetirán las evaluaciones antes de que cada uno concurra a su domicilio. En estos casos los hisopados son “optativos”.

“Las empresas implementamos todas las medidas de precaución y seguridad para garantizar la protección de todos nuestros tripulantes y asegurar la continuidad de la actividad pesquera con lo cual siempre estamos dispuestos a discutir y mejorar las condiciones establecidas en el protocolo acordado con los gremios”, dijo Diego García Luchetti, presidente de la Cámara de Armadores.

“Vamos a seguir trabajando para que las cosas mejoren y a pedir que los compañeros que lleguen de otros puertos vayan a un hotel a la espera del embarque, y si les hacen el hisopado, que queden ya en el barco para salir”, contó Daniel Flores, secretario General del SICONARA.

Otra modificación que no quedó reflejada en el protocolo ampliado pero se llevará a la práctica es el cambio de lugar en el puesto de control en el muelle 2. Las autoridades del Consorcio se comprometieron a llevarlo a metros del acceso, a las Terminales 2 y 3, para facilitar los controles al momento del ingreso a zonas operativas de los trabajadores.

En principio parecería recomendable que el Consorcio y Prefectura hagan cumplir las restricciones en los otros puntos de control, alejados del puesto. Las cooperativas de estiba por ejemplo deben informar cada vez que abren un barco para la descarga de modo que se active el puesto sanitario y sean controlados. Si no avisan, entran igual.

Eso pasó el viernes pasado con Portuarios, Estimar y Esperanza, que descargaron el los buques Don Nicola, Salvador R y Orión, respectivamente, en Deyacobbi y muelle 10. Ninguno avisó pero tampoco en los controles de acceso, personal de seguridad y Prefectura, impidieron que ingresaran sin ser evaluados
De positivo a negativo

Mientras se conocieron las medidas adicionales al protocolo sanitario, el caso del oficial de máquinas del Atlantic Surf III amarrado en el muelle 2 sumó interrogantes. El trabajador fue testeado el 16 de abril y se embarcó el lunes 20. Ayer fue diagnosticado positivo de COVID-19 y aislado junto con su compañero de camarote.

Desde Glaciar Pesquera aseguraron que el segundo test realizado el martes había dado negativo. “O se curó o hubo un error en el procedimiento del laboratorio”, contó un allegado a la empresa armadora. “Se lo volverá a testear en unos días junto a un grupo de compañeros y administrativos de la empresa que tomaron contacto con él”, amplió la fuente consultada. Mientras tanto todos siguen aislados a bordo del barco.

Desde la empresa armadora recordaron que fueron precursores en los controles con hisopado a la tripulación de sus barcos, y que el Capesante, otro buque de la firma, salió a zona de pesca luego de cumplir con los controles y tener los resultados de toda la tripulación.
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