Revista Puerto 24-04-2020 - Roberto Garrone Diego Schneider es uno de los treinta tripulantes del potero “Scirocco” fondeado desde ayer a las 7 de la mañana a una milla y media de la costa marplatense a partir de que su oficial de pesca dio positivo de Covid-19 mientras el barco se encontraba pescando calamar a la altura del paralelo de 40° S.

“Estamos ansiosos para que nos hagan el test de nuevo y podamos saber si estamos contagiados o no. Esa incertidumbre te come la cabeza”, dice el marinero de 37 años, que se subía por primera vez al barco potero para cumplir tareas en la planta.

“Mientras viajamos a zona de pesca no tomamos contacto con el hombre este (por el patrón contagiado) pero luego sí, tuvimos un encuentro en el comedor todos juntos en que nos explicó las pautas de trabajo. Ahí nos podríamos haber contagiado”, piensa el tripulante oriundo de Mar del Plata.

El patrón es efectivo del buque, completó la marea anterior de 53 días, se bajó y viajó a Hurlingham para visitar a su esposa que atravesaba un problema de salud. Desde el SAME explicaron que a partir de la situación asintomática de todos los tripulantes no realizarán operativos sanitarios a bordo del buque por las próximas dos semanas. Cumplido ese plazo o cerca de cumplirse, sí se podrán realizar los testeos.

“Pero qué pasa si alguno de nosotros tiene síntomas en los próximos días; nosotros queremos saber ahora si estamos contagiados”, reclamó el marinero, quien dijo estar aislado junto con sus compañeros en la parte de camarotes de la tripulación, mientras que los oficiales están en la parte superior del buque.

“En caso de que alguien tenga síntomas deberemos coordinar con Prefectura la salida del tripulante afectado y posterior traslado en función de su obra social”, dijeron desde el SAME.

El marinero contó detalles de los hisopados realizados por Solimeno. Los testeos se realizaron antes de zarpar, el mismo viernes 16 de abril y el barco terminó saliendo a zona de pesca ese día después de las 20. Pero el viaje será inolvidable también por otras razones adicionales al caso del patrón, primer positivo en Covid-19 de la flota pesquera nacional.

“Fue muy accidentado -dice Diego-. La primera noche de pesca una potera automática golpeó la cabeza de un compañero y tuvimos que volver a Mar del Plata. Lo dejamos en rada y lo vino a buscar la lancha. Volvimos a pescar de nuevo, sumamos una segunda noche y a la tarde nos avisaron que había dado positivo este hombre. Una mala suerte terrible…”, se resignó el marinero. Sobre el compañero desembarcado tras el accidente, Diego no sabe si le avisaron del caso positivo para aislarlo.

Al cierre de esta edición una lancha se dirigía al buque potero con productos de higiene y limpieza junto a material sanitario como alcohol en gel, barbijos y demás elementos de protección.
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