Revista Puerto 23-04-2020 - Roberto Garrone La industria pesquera nacional registró ayer el primer caso de COVID-19 en el sector. El martes por la tarde se confirmó que el oficial de pesca del buque potero Scirocco había dado positivo en el hisopado que la empresa armadora, Solimeno, mandó a realizar a toda la tripulación antes de zarpar de Mar del Plata.

El buque, de casi 70 metros de eslora y con 30 tripulantes a bordo, zarpó el viernes pasado a la zona de pesca de calamar. Ninguno presentaba síntomas característicos por coronavirus pero ayer a la tarde desde el laboratorio Fares Taie avisaron que había un resultado positivo. El oficial tendría cincuenta años de edad y vive en el conurbano bonaerense. “Está asintomático”, confiaron fuentes de Prefectura.

“Estuvo embarcado más de cincuenta días en otro barco, se bajó, viajó a Hurlingham a visitar a su señora que tenía un problema de salud y volvió para embarcarse en el Scirocco”, contó Mario Galano, secretario General del Centro de Patrones, ante la consulta de REVISTA PUERTO.

“El capitán dio aviso inmediatamente a Prefectura del caso, se aisló al tripulante y se puso proa a Mar del Plata”, precisó Fernando Rivera, presidente de CaIPA, a este medio. Se esperaba el arribo del potero para este miércoles a las 7:30 de la mañana.

En conferencia de prensa en horas de la tarde de ayer, el intendente Municipal, Guillermo Montenegro, aseguró que el caso era «sospechoso» y que el barco quedaría fondeado en rada «a la espera de que se le haga el test que lo confirme».

No fue el único caso registrado en tripulantes que se embarcan desde el puerto marplatense. Un oficial de máquinas del Atlantic Surf III también estaría contagiado. El barco ayer se encontraba amarrado en la sección octava del muelle 2 listo para zarpar.

«Dio positivo el hisopado de un oficial de máquinas», según contó Daniel Flores, secretario General del SICONARA en Mar del Plata.

Desde la empresa Glaciar Pesquera aseguraron que no era un positivo sino que el resultado había sido “incongruente”, con lo cual realizaron un nuevo testeo al trabajador que llegó a embarcarse desde Luján. El resultado estaría este miércoles. «Está aislado junto con su compañero de camarote» dijo el Secretario General del gremio.

Ahora ambas tripulaciones entrarán en cuarentena y al cierre de esta edición los gremios marítimos estaban tratando de que el Atlantic Surf III se corra del muelle y quede fondeado en rada para liberar la zona operativa y evitar posibles contagios.

Más allá del esfuerzo que hacen las empresas por ampliar los controles que establece el protocolo sanitario firmado con los gremios, hay un problema que deberá resolverse de acá en más. El Consorcio, aún casi acéfalo con Merlini aguardando la llegada de su reemplazo, debería marcar la cancha y establecer que no salga ningún barco sin que todos los resultados del hisopado hayan sido negativos.

El buque de Solimeno zarpó sin esperar los resultados de los análisis porque nadie tenía síntomas y porque el protocolo actual lo habilita. Los resultados tardan entre 24 y 48 horas a partir del incremento de la demanda. En esa ventana de tiempo hasta que zarpan, algunos pueden contagiarse.

“Es una situación muy compleja porque uno no tiene control sobre lo que hacen. Lo que habría que hacer es que suban todos al barco y quedar fondeados en rada hasta que se conozcan los resultados y recién salir; pero no es algo sencillo de hacer”, dijo Rivera.

Otra duda que sobrevuela por estas horas es la manera en que interviene la ART en la cobertura de los tripulantes. “El artículo 2° del DNU 367 obliga a las ART a no rechazar las contingencias del COVID-19 enunciadas en el artículo 1°”, señala Nicolas Schik, abogado laboralista, ante la consulta de este medio.

Sin embargo, previo a ello se le impone al trabajador enfermo un diagnóstico emitido por entidad debidamente autorizada, circunstancia que resulta muy compleja e “irrazonable” por la falta de prestadores con capacidad para realizar los test, y recién ahí la ART deberá comenzar a brindarle las prestaciones de la ley de riesgo de trabajo.

Rivera reconoce que estos casos complejizarán las zarpadas de la flota. “A los problemas que tiene la pesca en este momento que no se vende nada, ahora se suma este caso de COVID en el barco y esto va a ser un problema para todos”.

En tanto, desde los gremios marítimos al cierre de esta edición estaban pidiendo una reunión con las autoridades municipales para establecer nuevos criterios precautorios para con los tripulantes que lleguen de otras ciudades.

“Muchos de nuestros oficiales, capitanes, patrones, maquinistas tienen más de 60 años y las empresas tienen necesidad de traer compañeros de afuera. Vamos a pedirle a la Municipalidad que dispongan de un protocolo especial para ellos y que los que vengan, cumplan la cuarentena en algún lugar aislados”, subrayó Flores.

El primer caso positivo de COVID-19 en la pesca marplatense marcará un antes y un después. Se requerirá mayor esfuerzo y compromiso de todos los actores para intentar que la rueda productiva no se detenga. Afianzar los controles. Y, sobre todo, tener paciencia.

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