Revista Puerto 21-02-2020 - Roberto Garrone La lista de despedidos en la industria pesquera marplatense no se frena. Ayer, mientras se esperaba que prospere la instancia de negociación abierta a instancias de la Delegación local del Ministerio de Trabajo, el abogado Montiel, representante de Chuli Gómez, avisó al delegado, por teléfono, que la intención era bajar la persiana y llegar a un acuerdo individual con los cuarenta y cinco trabajadores, entre peones, envasadoras y fileteros.

Mientras en la Delegación intentaban estirar los tiempos y habilitaban cuartos intermedios con la única intención de descomprimir la tensión que se sumaba en la sala de espera y la calle Santiago del Estero, en el microcentro de Mar del Plata, llegaban desde el puerto otras noticias poco alentadoras.

Obreros de la fasonera Rosa Mar, otro grupo de cuarenta y cinco trabajadores que cortaban pescado para Chuli en Guanahani y José Martí, avisaban que la planta estaba cerrada y habían llegado los primeros mensajes de que el cierre era definitivo. Algunos se dirigían a la sede del SOIP a buscar asesoramiento. Otros se quedaban en las inmediaciones por si llegaban noticias nuevas. Nada pasó.

“Dicen que llamó y ofreció 18 mil pesos por año trabajado”, contó un allegado a la Delegación de la cartera laboral. “Esa plata a mí no me alcanza. Yo mañana voy a ir a pelar por la mía”, contó Nano, uno de los fileteros, ante la consulta de REVISTA PUERTO cuando ya se sabía la decisión de Gómez. “Es un caprichoso; le sobra para blanquearnos a todos”, aseguró el trabajador que en agosto cumplía diez años de antigüedad.

“Yo falté porque me había enfermado pero no era justo que suspenda también al hijo de un compañero que estaba cuidando a su padre internado. Esas cosas generaron malestar”, agregó el filetero. Es uno de los diez suspendidos la semana pasada, cuando se generó el reclamo de registración que terminó en el cierre de la planta y la pérdida de las fuentes laborales. “Va a ser difícil conseguir trabajo pero buscar voy a buscar porque necesito mantener a mi familia. Siempre me las rebusqué; no será la primera vez”, reflexionó el trabajador.

Según pudo saber este medio el SOIP tiene en su poder la nota que envió un representante de La Milagrosa al Ministerio de Trabajo con el listado de empresas pesqueras que también aportaron materia prima a los establecimientos de Gómez. Evaluaban al cierre de esta edición iniciar una ronda de consultas para lograr mejorar la indemnización que ofreció Chuli.

Por estas horas es un misterio la suerte que correrán los trabajadores de una tercera fasonera donde Chuli mandaba a cortar pescado. Se sabe que está ubicada en Diagonal Gascón y Avenida 39, y trabajarían unas cuarenta personas, aunque nadie hasta ahora ha acudido al gremio a solicitar asesoramiento.

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