Revista Puerto 19-02-2020 - Roberto Garrone Trabajadores que piden la registración laboral a Chuli Gómez, el responsable de la empresa Chulemar SRL y la cooperativa La Milagrosa en el frigorífico ubicado en San Salvador al 3300, decidieron endurecer este lunes el reclamo y bloquearon desde temprano los accesos a las Terminales 2 y 3 del puerto local.

El viernes había fracasado la nueva audiencia que las partes mantuvieron a instancias del delegado regional del Ministerio de Trabajo de la Nación, ámbito donde el SOIP entregó la planilla con los 45 nombres de los trabajadores que quieren ser registrados luego de más de 20 años de ser precarizados en La Milagrosa.

El bloqueo en principio generó cierta tensión entre los propios trabajadores portuarios cuando se acercó un grupo de estibadores y pidieron ingresar para poder descargar un par de buques poteros que se encontraban sobre el muelle 2 y esperaban terminar para volver a zona de pesca.

Después de una serie de negociaciones los trabajadores del pescado decidieron liberar el ingreso para que los poteros no se vayan del puerto y generen un perjuicio a los obreros de la estiba, aunque prosiguieron con la medida.

Para esto Martín Merlini ya había activado las alarmas y le daba forma a la denuncia penal que redacta cada vez que se bloquea la Terminal; y Prefectura disponía una serie de refuerzos para que nada se salga de cauce. El gremio intentaba despegarse de la protesta pero los autos de algunos de sus dirigentes habían quedado cruzados cuando se inició el piquete.

“Solo está afectado el grupo Baldino, sus barcos y el de sus socios”, contó Adolfo Echeverría sobre el mediodía. El Secretario Gremial del SOIP rechazó que esperaran una reunión con Pedro Baldino, quien asoma como el responsable de entregar parte de sus capturas a Chuli para que la reprocese con los obreros precarizados de La Milagrosa y la mande a mercado interno y también al exterior.

Como ha publicado REVISTA PUERTO, el disparador del nuevo conflicto que se desencadena en la industria pesquera local no fue el rechazo al pedido de registración laboral sino la suspensión de 10 fileteros la semana pasada, luego que no concurrieran a trabajar el lunes 10 de febrero.

Claro que la relación de la fuerza laboral y Chuli no pasaba el mejor momento. Primero cuando descontó el bono entregado durante las fiestas y se tensó aún más cuando después del pedido de registración denegado, la empresa no pagó el vale semanal.

En el SOIP al cierre de esta edición esperaban que Baldino se comunicara con los trabajadores para abrir un canal de diálogo. A la tarde del lunes estaba previsto el ingreso del Ponte Coruxo, ahora en manos de Romano, y el Mellino VI, donde Baldino tiene a Leandro Cicolella como socio. También se había convocado la estiba de Riomar y Sol de Junio, las empresas que manejan la descarga del congelador Coalsa Segundo.

Ya eran casi las cuatro de la tarde cuando un grupo de obreros, acompañados por un par de estibadores, recorría los muelles para ver donde descargaba el buque. La posibilidad de descargar en la Escollera Norte complicaba la logística de la protesta.

“Si el barco es de Cicolella tendrá que demostrarlo. No permitiremos que se descargue”, anticipó Cristina Ledesma. La Secretaria General del gremio mantenía un contacto permanente con el Ministerio de Trabajo, desde donde le pidieron a Gómez un listado con las empresas proveedoras de materia prima.

“Queremos sentarlos a todos y pedirles que se hagan cargo de la gente. Que si le siguen mandando pescado a Chuli, tiene que registrar a los compañeros”, contó Cristina Ledesma ante la consulta de este medio. La dirigente cuestionó que la alternativa a la registración sea bajar la persiana. “Más de 20 años negrearon a la gente con esta modalidad de la cooperativa trucha y ahora no les dan los números para ponerlos en blanco”, masculló Ledesma.
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