Revista Puerto 19-02-2020 - Karina Fernández El informe de la campaña de langostino realizada en noviembre pasado en el buque Bogavante II brinda una pormenorizada explicación de la situación del recurso observada durante el crucero y es comparada con los valores históricos. Menor abundancia, mayor presencia de ejemplares juveniles y una importante reducción en la presencia de hembras maduras e impregnadas que confirman la hipótesis del retraso madurativo. El hallazgo de una concentración muy abundante en Bahía Camarones no refleja lo observado en las demás áreas y previenen los investigadores que se trata de una concentración puntual. El 66% de la talla comercial encontrada fue L4 a L6 y menores, que estarían disponibles para su captura recién a finales de la temporada 2020 y principio de 2021. Por estas circunstancias recomiendan cautela en el inicio de la próxima temporada para no generar una sobrepesca del crecimiento.

Los resultados obtenidos durante la campaña financiada por los empresarios y realizada a bordo del buque Bogavante, indicaron que la temporada de pesca de 2020 podría tener similares características a las observadas durante la de 2019.

Las estimaciones de biomasa y numerosidad de individuos en las campañas realizadas en noviembre de 2017, 2018 y 2019 dieron por resultado que la biomasa disponible en 2019 es apenas menor a la de 2018 pero significativamente menor a la de 2017, pasando de 10.862 toneladas a 7.047 toneladas y en numerosidad de 638.876.000 a 473.126.000 individuos.

En el 94% de los 109 lances realizados entre las latitudes 43º30’ S y 47º S y desde el meridiano de 64º hasta la costa, se registró la presencia de langostino, en distintas concentraciones y tamaños. Si bien la concentración puntual más alta fue de 85 toneladas por milla náutica cuadrada en la zona de Bahía Camarones, los demás valores fueron consignados en forma proporcional al valor de 40 toneladas.

En 2018 los más altos rendimientos se habían dado en el sur del Golfo San Jorge, con un valor máximo de 3.638 kilos por hora. En esta campaña la mayor concentración se dio en Bahía Camarones, con un valor máximo de 7.233 kilos por hora. Pero aclararon los investigadores “que si bien el langostino hallado en la Bahía de Camarones estará disponible para su cosecha por pesca en la temporada 2020, el mismo se limitó a una concentración puntual”.
Tallas

La distribución de longitudes que se observó fue muy similar a la encontrada en el año 2018 “pero con una mayor participación porcentual de la fracción comprendida entre los 22 y los 30 milímetros de largo de caparazón y menor participación de las longitudes mayores a los 38 milímetros”, es decir con una mayor proporción de ejemplares juveniles.

Por lo tanto los investigadores señalan que “en función de estos resultados es posible que el inicio de la temporada 2020 sea similar al comienzo de la temporada 2019, en donde hubo una fracción importante de individuos con longitudes comerciales pequeñas”, hecho que atrasó hasta el 6 de junio el inicio de la temporada.

Si este panorama se confirma en la campaña de marzo, “se debería proceder con cautela ante el inicio de la temporada de pesca, a fin de evitar la sobrepesca de crecimiento”, advirtieron los investigadores Paula Moriondo y Juan de la Garza.

En general más del 60% de los individuos analizados fueron adultos reproductores. En las subzonas de jurisdicción nacional, norte del Golfo San Jorge y Rawson los porcentajes de adultos llegaron al 70% mientras que en el sur del Golfo la porción de adultos fue menor al 40%. Situación que podría cambiar con el correr de los meses porque el pico reproductivo en el sur ocurre entre enero y febrero permitiendo aun el crecimiento y concentración de adultos reproductores.

“En términos de categorías comerciales, el 66% del total del langostino perteneció a las categorías L4 a L6 y menores”, siendo la fracción de la población que potencialmente podrá “ser capturada a fínales de la temporada de pesca 2020 y principios de la de 2021”. Ese porcentaje se eleva al 70% o más para individuos capturados dentro del Golfo San Jorge. Las tallas más grandes (72% de L1 a L3) se localizaron en Rawson, mientras que para las aguas nacionales el porcentaje de langostinos talla L1 a L3 fue del 44%, valores muy similares a los de la temporada 2018.
Confirman el retraso en el proceso reproductivo

En cuanto al proceso reproductivo, una vez más se pone de manifiesto el atraso y “aún en mayor grado” que lo observado en 2018. Se indica que los porcentajes de hembras maduras e impregnadas son considerablemente inferiores a los valores históricos encontrados en los sectores analizados.

En el Sur del Golfo la proporción de hembras maduras fue del 0,16% mientras que el valor histórico es de 2,70 %; en el Norte se registró un 7,91% y el valor histórico es del 46,40%. En Rawson hace tres años que el valor se mantiene en 42% cuando solía albergar al 66,90%. En el caso de las hembras impregnadas para el sur era del 0,16% y para el norte del 7,40% pero en ambos casos desde hace tres años se registra un 0%. En el caso de Rawson, que fue el único sector donde se encontraron hembras impregnadas, en 2019 se registró un 1,3% y el valor histórico es del 19,90%.

“Dicho desplazamiento viene siendo observado y documentado desde los resultados de la campaña de evaluación de langostino realizada en noviembre de 2017. Es necesario destacar nuevamente que el retraso en la reproducción podría tener consecuencias en las tasas de crecimiento y la supervivencia de los primeros estadios de vida”, señala textualmente el informe.

“La disminución en la presencia de hembras en reproducción es un indicador del retraso de la temporada reproductiva del langostino”, indican los informantes y agregan que, “en general, el desacople con los ciclos naturales de producción primaria y secundaria podrían traer consecuencias negativas para la población en cuanto al porcentaje de individuos que logren sobrevivir a las fases larvales, las cuales son las más vulnerables del ciclo de vida”.

Los investigadores concluyen el informe advirtiendo que en el caso particular del langostino, si bien aún no se saben las causas con certeza, se ha observado en los últimos años una tendencia a la baja en la numerosidad de los individuos y una disminución en las tasas de crecimiento, causando una mayor proporción de longitudes pequeñas al comienzo de la próxima temporada de pesca, por lo que consideran que se debe actuar con cautela.
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