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Revista Puerto 06-12-2019 - Roberto Garrone En lo que constituye la tercera ocupación pacífica en los últimos 50 días, obreros del pescado pasaron la noche en el hall central de la Delegación del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
El ingreso a la dependencia ocurrió el martes por la tarde luego que no tuvieran novedades del compromiso asumido por las autoridades ministeriales de Trabajo y Desarrollo Social para extender por dos meses el subsidio de 5 mil pesos contemplado en el PREBA para obreros registrados y de una suma similar, por única vez, para obreros precarizados.
Los trabajadores ya habían tomado antes la delegación de Trabajo de la Nación pero luego se mudaron a la dependencia bonaerense ante el compromiso de cobrar el subsidio. Para los 2514 efectivos la promesa fue extender el Programa de Promoción, Preservación y Regularización del Empleo, pero el contacto con el Ministerio se cortó.
“Nadie atiende el teléfono”, contó una envasadora que pasó la noche durmiendo en una de las sillas de atención al público. A su lado, Cecilia Benítez asiente con la cabeza. La secretaria de Previsión acompaña al grupo y bajó a la calle para recibir alimentos que cocinarán en el primer piso.
El delegado era Gustavo Serebrisnky pero renunció para ocupar la Subsecretaría de Producción en la gestión municipal que encabezará Guillermo Montenegro. En reemplazo del Delegado, Leonardo Cabrera busca encontrar funcionarios ministeriales.
“Le dicen que hay que esperar a que asuma el nuevo gobierno, pero fueron ellos los que nos prometieron la ayuda”, se queja un peón, bajo la sombra de uno de los tilos de la vereda de la Delegación.
No hay respuesta para los obreros pero sí policías. Un grupo de efectivos arribó temprano a la Delegación y pasó a controlar el acceso. Ninguno de los que estaban en el hall podían salir y volver a entrar y nadie de afuera podía entrar. El gremio intervino a mitad de mañana como para flexibilizar la medida y combinaron en que se turnarán los que pasarán la noche en el primer piso.
Hay obreros de las cooperativas “Los Rodríguez”, “María Guanahani”, unos de las que tiene el conocido Pomelo, de la que ni el nombre se acuerdan, y “Sol”, la de Marbella, que debe aún registrar a un par de precarizados. Todos con urgencias incompatibles con teléfonos que nadie atiende y respuestas que nunca llegan.
En el gremio ya descartan que aparezca una solución en vísperas de la entrega del gobierno. Por estas horas evalúan cómo visibilizar mejor la crisis laboral que enfrenta el sector antes del cambio de autoridades.
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