BAE 20-11-2019 - Merino Soto Luego de que el Ministerio de Agricultura de Brasil habilitara un cupo de 750.000 toneladas de trigo para países extra Mercosur, la Argentina no hará ningún reclamo formal contra la medida, pese a la preocupación de las exportadoras que anticipan menores envíos a futuro.

Fuentes de la Cancillería consultadas por BAE Negocios sostuvieron: " Brasil está en su derecho de hacerlo y más cuando está contemplado en la normativa del Mercosur". En esa línea subrayaron que "no hay mucho margen de maniobra" para reclamar o pedir que vayan atrás con la medida.

El no hacer nada no coincide con lo que se vio en 2017 cuando el entonces ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, se reunió con su par brasileño, Blairo Maggi, para evitar la implementación del cupo. Se entiende que el problema pasa ahora a la próxima gestión.

La preocupación local radica en que el futuro trigo a ingresar a Brasil estará libre del arancel lo que hace que la Argentina deba competir con un precio más bajo en el mercado externo, lo que impactará en el valor interno y por ende el productor recibirá menos por su cereal.

Según un comunicado del Ministerio de Agricultura del vecino país, "el cupo es parte del compromiso asumido ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) el cual será por año a tasa cero y por un período indefinido".

La misiva aclara que las importaciones vendrán "de todos los países" y no sólo de EE.UU., como se pensaba en un principio. Vale aclarar igualmente que ambos países tienen un acuerdo que establece el libre comercio del producto. La cuota representa el 6% del consumo brasileño de 2018.

"El problema pasa porque la apertura siempre se hizo sobre el final de la campaña argentina, es decir cuando ya no había más trigo por exportar, con lo cual, que se haya abierto ahora es un mensaje fuerte para el mercado", afirmó a este diario el analista de la corredora Futuros y Opciones (FyO), Dante Romano.

Actualmente la Argentina exporta casi 6 millones de toneladas del cereal sobre los 7 millones que necesita Brasil, con lo cual el cupo representa el 10,7% del total.

Los envíos representan divisas por aproximadamente US$1.400 millones a valores FOB. La llegada del nuevo trigo al mercado brasileño generará pérdidas por US$300 millones. La caída sería del 24%.