Infocampo 19-09-2019 - Adriana Sanchez La tuberculosis bovina es una enfermedad bacteriana crónica, que la causa el microorganismo Mycobacterium bovis. Afecta principalmente al ganado bovino pero puede impactar en otras especies, incluidos los animales silvestres y las personas.

Una vez instalada en un rodeo, esta zoonosis se transmite entre los animales principalmente por vía respiratoria y digestiva (a través del consumo de leche de animales infectados).
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En el caso de las personas e transmite por inhalación de bacterias en aerosol del tracto respiratorio, ingestión de leche o productos lácteos no pasteurizados e inoculación por instrumentos contaminados (como cuchillos).

Actualmente Argentina es uno de los mayores proveedores de carne bovina de calidad, motivo por el cual se busca fortalecer y dinamizar las estrategias del plan nacional de control y erradicación de esta enfermedad, establecido por la Resolución Nº 128 del 2012 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).



Este plan nacional determina que la totalidad de los tambos y cabañas de bovinos, caprinos y de ovinos de leche deben adecuarse de manera obligatoria a las exigencias establecidas y realizar diagnósticos de forma periódica en todos los animales susceptibles y eliminar aquellos que resulten reaccionantes a la tuberculinización.

Para el resto de sistema productivo, (cría, invernada y engorde), se indica un proceso de saneamiento progresivo que se basan en el hallazgo de lesiones compatibles con tuberculosis en la vigilancia epidemiológica en faena.

La inspección veterinaria en los frigoríficos nacionales, provinciales y mataderos, se va a incorporar al sistema donde se prevé datos recabados mediante el Sistema Integrado de Gestión de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Sigica), a fin de caracterizar el establecimiento de origen de los animales y determinar la eventual necesidad de su saneamiento.

La implementación de acciones que permitan investigar la situación sanitaria en el establecimiento de origen y eliminar animales infectados, contribuyen al control y erradicación paulatina de la enfermedad.

Desde el Senana advierten que “para lograr controlar esta grave enfermedad se requiere el compromiso y la participación de todos los actores de la cadena de valor de leche y carne bovina“. Además recomiendan a los productores ganaderos testear periódicamente los rodeos y eliminar eventuales animales positivos, y no esperar a que su establecimiento sea identificado por la entidad como “sospechoso o con presencia de tuberculosis bovina“, ya que esto puede acarrear eventuales restricciones de movimientos y comercialización de su hacienda.