La Voz del Interior 12-08-2019 - Pablo Adreani El resultado de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) es uno de los factores que puede llegar a influir el día después en la estrategia de los productores.

La votación podrá influir en el valor del dólar y las tasas de interés, como indicadores micro que pueden afectar la ecuación económica. Pero en estos momentos, la preocupación de los productores es otra. Está afligido por el factor climático y su impacto en las siembras de granos gruesos.

Si tenemos que evaluar el comportamiento del productor previo a las Paso, no hay una mayor retención a vender.

La retracción comercial involucra un solo cultivo –la soja– y se debe a una cuestión de precios relativos más que a una actitud defensiva ante la incertidumbre por el resultado electoral.

Si analizamos los precios obtenidos por los productores en plena cosecha, el trigo y el maíz han tenido valores mucho más ventajosos en comparación de la soja.

Hoy, la soja disponible a 236 dólares la tonelada no convence a los productores y mucho menos cuando el precio llegó a 205 dólares en plena cosecha. Y este es el motivo por el cual los productores decidieron vender trigo y maíz y no vender la soja. Ningún productor vende sabiendo que está perdiendo plata; incluso con el precio actual, 40 por ciento de las zonas productoras de soja del país arrojan márgenes brutos negativos.

Prueba de ello es el volumen de ventas que el productor lleva acumuladas en el caso del trigo y del maíz. Estos dos cultivos han tenido rindes récord, con muy buenos precios a cosecha. En el caso del trigo, el productor pudo vender buena parte de su cosecha a 200 dólares la tonelada, un precio impensado al momento de la siembra allá por el invierno del 2018 cuando el trigo enero 2019 cotizaba a 170 dólares.

La menor producción de Estados Unidos, Rusia, Australia y Canadá provocó un fuerte aumento en el precio internacional del trigo y mucha demanda se volcó sobre el mercado de trigo nacional. Argentina pudo vender a terceros destinos extra-Mercosur por la caída de la producción y saldos exportables de los cuatro principales exportadores del mundo.

En el caso del maíz , rindes récord con precios de 150 dólares en cosecha y picos de 170 dólares a mediados de junio, tuvieron el mismo efecto que tuvo el trigo: márgenes brutos muy positivos con la mayor ganancia por hectárea de los últimos cinco años.

En el balance, los productores vendieron 30 millones de toneladas de maíz y 16 millones de toneladas de trigo: una cifra histórica de 46 millones de toneladas. En cambio, en el caso de la soja los productores vendieron 31 millones de toneladas y les quedan por fijar 8,5 millones de toneladas. El saldo neto de ventas de soja a precio y fijadas es de 22,5 millones de toneladas.

El resultado final es que los productores han hecho caja, con la venta de trigo y de maíz, y han retenido la soja porque no les convenía vender a precios de perdida.

Pasada las Paso, nada va a cambiar sustancialmente, salvo una suba inesperada del dólar ante un resultado sorpresivo. En ese potencial escenario, el productor ganara más por la suba del dólar, que por una suba eventual en el precio de la soja.