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La Nueva Provincia 29-07-2019 - Guillermo D. Rueda Como una variable constante de los mercados en los últimos tiempos, la cosecha récord del trigo argentino enfrenta un escenario favorable en términos de resultado económico, aunque el margen bruto haya reducido su nivel de participación respecto a la campaña pasada.
A pesar de esto, en términos históricos mantiene un valor en positivo.
Así lo concluye el economista Mariano DAmore, del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA), en un trabajo agropecuario regional, donde sostiene que el valor actual del cultivo de trigo (en dólares por tonelada), a partir de la evolución en el tipo de cambio nominal y la cotización internacional, no registra diferencias importantes respecto del valor promedio que tuvo el trigo durante el año pasado.
Mariano DAmore, economista del CREEBBA.
“En cambio, los gastos directos de producción se redujeron un 11 % en quintales de trigo, comparado con la campaña pasada, y se encuentra en uno de los valores más bajos de las últimas dos décadas. Esta situación, en realidad, anticipa un escenario favorable como resultado económico”, afirma.
Respecto del margen bruto para el trigo, y considerando las dos variables representativas que definen el resultado de la actividad, rendimiento y cotización del cereal, se muestran escenarios posibles. A partir de un análisis de sensibilidad, se indica que el rinde de indiferencia está cercano a los 2.000 kilos por hectárea a partir del valor actual a cosecha de 170 dólares por tonelada, como precio final al productor.
“De mantenerse condiciones climáticas normales y los rindes se acerquen a los promedios de los últimos años, de entre 2.500 a 3.000 kilos por hectárea, es altamente probable que el margen bruto sea positivo entre los U$S 80 y los U$S 120 por hectárea, considerando el valor actual a cosecha”, define.
“De presentarse variaciones negativas en la cotización del cereal el margen, naturalmente, se reduciría, aunque seguiría siendo positivo en un escenario de rendimientos normales”, agrega.
“A partir del año 2015 en adelante, el margen bruto reflejó una tendencia creciente desde valores negativos en el inicio del período”, explica DAmore, en diálogo con La Nueva.
“Pero a partir de la campaña pasada revirtió la tendencia creciente y comenzó un retroceso que ubica a este indicador para la campaña 2019/20 en torno a los 75 dólares por hectárea”, admite.
“Si bien es un valor positivo en términos históricos, se encuentra en una evolución negativa y, además, no se puede definir si se mantendrá en estos valores o continuará descendiendo”, afirma.
DAmore dice que, entre los meses de abril y de septiembre del año 2018, se produjo un incremento en el tipo de cambio nominal, cercano al 90 %.
“A partir de ese momento comenzó a estabilizarse, hasta marzo del presente año, momento donde volvió a tomar una tendencia creciente, acumulando un 17 % de incremento en términos nominales”, agrega.
“Pero a partir de junio evidencia una tendencia estable e, incluso, con una leve propensión a la baja hasta el mes de julio, donde comenzaron a observarse algunos movimientos hacia el alza”, dice.
En el análisis, DAmore sostiene que, considerando el promedio del mes de junio del presente año, el tipo de cambio real se encuentra, actualmente, un 15 % atrasado respecto al punto máximo alcanzado en septiembre del año pasado, cuando el tipo de cambio real, expresado a valores de hoy, superó los 51,5 pesos. |
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