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La Nación 10-07-2019 - Juan Manuel Barrero Tal vez una de las mayores complejidades del comercio internacional es la dificultad de contar con una base de datos única que sea confiable para todos los agentes involucrados en la cadena de comercialización. En la actualidad, la diversidad de información con la que cuentan el productor, el transportista, el cliente y los gobiernos generan infinidad de dificultades a la hora de identificar responsabilidades frente a los problemas que se puedan generar desde la salida del producto hasta la llegada a destino.
El blockchain es una de las tecnologías que en plena expansión de la Economía del Conocimiento está cambiando el modo en el que las personas acceden a la información sobre los productos que venden y compran. Proporciona una base de datos confiable porque ninguno de los participantes de la cadena de comercialización puede manipular los datos y todos pueden verificar la información disponible en cada una de las etapas.
Para los consumidores, el valor agregado que ofrece es la posibilidad de conocer la trazabilidad del producto que están adquiriendo. Por ejemplo, les permitiría acceder a información sobre las condiciones en las que se están produciendo las mercaderías, si la refrigeración fue la adecuada durante el período de trasporte e incluso verificar si el producto es original.
Alrededor del mundo múltiples startups están desarrollando tecnologías para agregar valor mediante el blockchain. En el caso de la agroindustria, una aplicación interesante es Bext360, una empresa estadounidense que creó un software que realiza el seguimiento de productos como el café y genera una identificación única que permite rastrearlos a través de toda la cadena de suministro. Al tener control de la información en todos los eslabones de la cadena la compañía que compra el café a los productores puede, por ejemplo, proporcionar pagos por adelantado.
A nivel local, la plataforma de comercialización Agree Market utiliza blockchain para asegurar la inmutabilidad de las negociaciones y los contratos en la compra-venta de commodities entre el productor y sus comparadores. Además de lograr mayor eficiencia en la comercialización, la plataforma le ofrece al productor un entorno seguro para que comercialice su producción.
Tener un sistema de trazabilidad afianzado es un elemento relevante para los gobiernos que se enfrentan a negociaciones por acuerdos internacionales. Los denominados acuerdos de "última generación" tienen como exigencia que sus contrapartes brinden información estricta sobre cuestiones relacionadas con la trazabilidad, como elemento central de la seguridad y calidad de los alimentos.
Todas las proyecciones indican que sin trazabilidad no se podrá ingresar a los mercados que, por su tamaño o su nivel de ingresos, son atractivos para los productos nacionales.
En ese sentido, los organismos públicos como el Senasa han avanzado en seguir la trazabilidad de los productos de origen vegetal a partir de diferentes sistemas: el Documento de Tránsito Vegetal Electrónico, que tiene valor como remito fiscal de la AFIP, y se incorporó blockchain para certificar la validez en la certificación fitosanitaria electrónica (e-phyto).
Con la celebración del acuerdo Mercosur-Unión Europea se generan oportunidades en mercados de alta segmentación y poder adquisitivo que están asociados a la visión del nuevo consumidor de clase media mundial, más informado, que presta atención a variables como el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad.
En este sentido, la trazabilidad es un elemento central de la seguridad y calidad de los alimentos que da respuesta a las exigencias de los consumidores que esperan productos argentinos de alto valor agregado.
El autor es socio de Barrero & Larroudé
Por: Juan Manuel Barrero |
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