Clarín 03-07-2019 - Esteban Fuentes

Esteban Fuentes La cadena de girasol está esperanzado tras el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea el pasado viernes en Bruselas para que sea el despegue para el cultivo.

El asesor económico de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), Jorge Ingaramo, explicó en el 7° Congreso de Girasol, que se desarrolla en Buenos Aires, que Argentina no puede exportar aceite de girasol refinado por problemas de tolerancia a insecticidas mientras que en el caso del aceite crudo (sin refinar) tiene un arancel de 6,24% por lo que es muy difícil poder ingresar a ese mercado.
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En el primero de los casos, explicó que la Unión Europea rechaza la producción argentina porque excede los límites de tolerancia de insecticidas (Diclorvós).

"Es una barrera para arancelaria disfrazada porque los límites de tolerancia para los residuos de insecticidas son ínfimos. Además, el resto que queda de insecticida desaparece por el proceso químico que lleva", señaló Ingaramo quien también preside el 7° Congreso de Girasol.

"Difícilmente lo podamos resolver tras el acuerdo Mercosur-Unión Europea. Tenemos que resolver nosotros como argentinos usar la dosis adecuada de los insecticidas permitidos", señaló con lamento ya que el mercado europeo paga premios de 50 a 70 dólares por tonelada en el precio.
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En este sentido, señaló que desde Asagir y Senasa han venido trabajando en conjunto. Según apuntó, prohibieron el año pasado el insecticida que la Unión Europea rechazaba. De todas maneras, reconoció que este trabajo se debe profundizar.
Jorge Ingaramo, asesor económico de Asagir y presidente del 7º Congreso del Girasol. Foto: Asagir.

Jorge Ingaramo, asesor económico de Asagir y presidente del 7º Congreso del Girasol. Foto: Asagir.

En relación al aceite crudo, que tiene un arancel de 6,24%, es fundamental que baje el mismo para ser competitivo, dijo Ingaramo, ya que la UE es abastecido por Ucrania en su totalidad porque ronda 15 a 20 dólares menos el precio del flete a diferencia de Argentina.
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Argentina exporta 680.000 toneladas año de aceite de girasol crudo sin refinar principalmente a India, Irán, los mercados de Medio Oriente y China.

Y de aceite refinado de girasol se embarcan por año 120.000 toneladas sobre todo a América Latina porque ingresa con preferencia arancelaria.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras, también se refirió a las oportunidades que se abren a partir del acuerdo.
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“Vamos a tener un trato preferencial en Europa, cuando antes debíamos ir a la cola. Entramos en un grupo selecto de países. Por eso debemos cuidar que no salga ni un solo barco de maíz o girasol con residuos de Diclorvós. El que pierde no es solo el exportador, sino el país en reputación y credibilidad”, puntualizó Idígoras.

“La revisión del máximo de residuos es el tema de moda y todos los compradores van a la baja en el límite permitido. Debemos tomar con mucha seriedad ese tema. La cadena de girasol viene un poco retrasada respecto a otros sectores agroindustriales”, consideró.

En ese sentido, aseguró que a partir del acuerdo con la UE obligará a elevar la vara en el proceso de producción. “Tenemos un enorme desafío para crecer más. Europa nos está forzando a hacer cambios tecnológicos y en el proceso de elaboración”, sintetizó.