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La Nación 30-05-2019 - Fernando Bertello Hace quince días, cuando la soja cayó en la Bolsa de Chicago a los niveles más bajos en casi once años, a los productores argentinos comenzó a invadirlos la angustia. Con precios en baja por el agravamiento de una guerra comercial entre Estados Unidos y China que lleva más de un año, más el peso de las retenciones internas, veían cómo los resultados que esperaban obtener por una cosecha con buenos rindes corrían riesgo de pasar a terreno negativo en planteos en campos alquilados. En ese momento se estimaba que, considerando la producción total (no solo soja sino también maíz y otros productos), la pérdida de ingresos por divisas en un contexto de precios en general deprimidos superaría los US$1000 millones y hasta podrían resignarse US$3000 millones.
Pero el clima hizo lo suyo en Estados Unidos, con abundantes lluvias que generaron anegamientos sobre amplias regiones productoras en plena temporada de siembra de soja y maíz. La siembra de maíz allí tiene un avance del 58% versus un 90% habitual. Por el lado de la soja está en un 29% cuando en promedio suele estar en el 66 por ciento para la época.
El merado se convulsionó, pasó a segundo plano por el momento la guerra comercial EE.UU.-China y la foto de hace quince días ya no es la misma. Hubo una recuperación por encima de los 20 dólares por tonelada que cambió todo. Ahora, el país podría recuperar divisas por unos US$1100 millones si se considera solo el complejo de la soja (grano y subproductos) y US$800 millones si se toma en cuenta la cosecha total. |
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