Clarín 30-05-2019 - Mauricio Bártoli

Mauricio Bártoli El clima está resultando más determinante que la guerra y la peste. Luego de varios meses en que los precios de los granos se debilitaron, primero por el conflicto comercial entre China y Estados Unidos y luego por la fiebre porcina africana – en ambos casos son factores bajistas porque implican menor demanda- las lluvias que no han dejado sembrar en la actual campaña norteamericana representan un cisne negro que está impulsando con fuerza las cotizaciones internacionales de la soja y el maíz.

“Las cotizaciones de la soja en la plaza de Chicago retornaron a niveles de un mes atrás y rondan los 320 U$S/tn. El maíz tuvo una reacción más pronunciada y escaló a máximos de casi tres años: 165 U$S/tn”, precisó Eugenio Irazuegui, analista de la corredora Zeni.
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“Estamos en un momento disruptivo del foco de los que especulan, que aunque no se resolvió la guerra comercial que acumula stocks globales como nunca, están prestando más atención al fenomenal atraso en las siembras, particularmente del maíz, que tiene una ventana de siembra que cierra esta semana; la soja cuenta con casi un mes más como fecha adecuada para la implantación”, describió el consultor Hernán Fernández Martínez.
Los estados de Illinois e Iowa, claves en la producción agrícola norteamericana, sufren graves anegamientos.

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El disparador lo dio el lunes el reporte de siembra del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por su sigla en inglés) que reflejó un notable retraso respecto del promedio de los últimos 5 años; en maíz se sembró sólo el 58% cuando es habitual en esta época el 90% y en soja, se implantó el 29% cuando la media ha sido del 66% para los 26 de mayo (fecha del reporte).
El avance de labores agrícolas este año está muy por detrás de los promedios para esta época del año.

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“Esta situación no está regalando la suba de precio de esta semana y sin dudas es recomendable para los productores cerrar ventas del cereal disponible, como también acordar ventas incluso del maíz de la cosecha del año que viene. Lo mismo sucede con la soja, porque si ben los fondos especulativos han comprado mucho en estos días, todavía seguirían comprando más a buen precio. Esas compras son las protagonistas de esta suba, aunque el escenario sigue siendo bajista por los elevados stocks que se acumulan a nivel global.

EL consultor Pablo Adreani está convencido de que “esta película recién comienza porque están en riesgo en Estados Unidos 155 millones de toneladas de maíz sobre una total de campaña de 379 millones y 78 millones de toneladas de soja sobre una producción anual en ese país de 110 millones".
Los pronósticos de lluvias presagian que probablemente muchas hectáreas norteamericanas no se sembrarán en esta campaña.

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Respecto del impacto económico, Adreani estimó que por lo que falta vender de la cosecha argentina 2018/2019 esta recuperación de precios implica un ingreso extra para los productores de nuestro país de 600 millones de dólares por la soja y de 560 millones de dólares por maíz.
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En el mismo sentido, Gustavo Idígoras, presidente del Centro de Exportadores de Cereales (CEC) también es optimista. Estima que sólo por maíz podría haber una liquidación de divisas extra, por el salto de estas últimas semanas, de 700 millones de dólares.

Y remarcó ante Clarín que “hoy el maíz argentino es el mejor cotizado del mundo. Es una muy buena noticia porque nos encuentra con una cosecha récord. Es la primera vez que superaremos la barrera de 30 millones de toneladas exportadas. Ya tenemos 23 millones de toneladas compradas para vender al exterior de la actual campaña e incluso unas 800 millones de toneladas de la campaña que aún no se sembró, lo cual refleja el fuerte interés que existe en el mundo por el maíz argentino”.