La Voz del Interior 27-05-2019 - Alejandro Rollán La tecnología del embolsado de grano seco no sólo revolucionó la logística de la poscosecha agrícola, sino que también lleva su know how a otros sectores.

Uno de las actividades que está demandando el conjunto que integran tolva, embolsadora, extractora de granos y silo bolsa es la vinculada con la producción de energía.

En su yacimiento en Vaca Muerta, ubicado en la provincia de Neuquén, la compañía petrolera YPF está utilizando el kit para embolsar la arena para el fracking, que utiliza en la extracción de petróleo de forma no convencional.

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A partir de ensayos realizados y de comprobar los buenos resultados que los equipos tenían para el acopio de la arena, YPF adquirió en marzo del año pasado a la empresa Ascanelli, de Río Tercero, una tolva de tres ejes de 30 toneladas y una embolsadora de nueve pies. La operación incluyó también una extractora provista por la fábrica Richiger, de la provincia de Santa Fe.

La planta de acondicionamiento de arena que YPF tiene en Loma Campana, ubicada a 80 kilómetros al sur de la ciudad de Neuquén, le permite abastecer con el insumo a todos los pozos donde la compañía está realizando la extracción del crudo.


El equipamiento no tuvo que se adaptado para el embolsado de arena, según explicaron desde la compañía petrolera.

Acopio

La planta de acondicionamiento de arena que YPF tiene en Loma Campana, ubicada a 80 kilómetros al sur de la ciudad de Neuquén, le permite abastecer con el insumo a todos los pozos donde la compañía está realizando la extracción del crudo.

Cada pozo no convencional (término con el que se denomina al proceso de obtención del petróleo desde la roca madre) demanda 10 mil toneladas de arena que es originaria de canteras ubicadas en Entre Ríos, sobre el río Uruguay.

Una vez tamizada y condicionada, la arena es acopiada en silos bolsa antes de su traslado a las formaciones de pozos.

Debido a la capacidad de procesamiento de la planta –1,2 millones de toneladas anuales–, el silo bolsa le ha permitido resolver a la empresa petrolera cuestiones vinculadas con la logística y evitar su desperdicio a la intemperie, debido a los fuerte vientos que soplan en esa parte de la Patagonia argentina.

Antes de llegar la yacimiento, la arena recorre alrededor de 1.300 kilómetros desde la cantera entrerriana.