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El Cronista Comercial 27-05-2019 - CARLOS BOYADJIAN A menudo, desde los despachos oficiales hacen hincapié en el camino recorrido por ciertos países desarrollados para motorizar su economía, impulsar exportaciones y enfrentar los desafíos de la industria y el mercado laboral en un mundo atravesado por las nuevas tecnologías.
España es uno de los países que el Gobierno pone como modelo de apertura y transformación de su economía. En algún punto, comparte con Argentina cierto perfil productivo y desafíos como la fuerte participación de las pequeñas y medianas empresas en el entramado industrial o la necesidad de internacionalización de las empresas.
Pero ahí se terminan las semejanzas. En el marco del Foro Argentina Exporta, El Cronista conversó con Jaime García-Legaz, ex secretario de Estado de Comercio de España, y ex presidente de Invest in Spain y del ICEX, la agencia española de promoción de exportaciones e inversiones.
Para el experto, las pymes "no sólo pueden exportar sino que en la exportación encuentran un gran camino de expansión de su negocio y de consolidación de su base productiva en el propio país". Y agregó que "es imprescindible un cambio cultural para las pymes". Éste es justamente el eje discursivo que animó al Gobierno a organizar el foro de exportaciones la semana pasada en el Centro de Exposiciones y Convenciones de Buenos Aires.
Sobre este punto, este diario quiso saber si es posible impulsar las exportaciones en un contexto de elevados impuestos como tiene hoy el país.
"No es fácil, de hecho España puso en marcha una rebaja tributaria importante en el sector empresarial", aseguró García-Legaz. El impuesto a las Sociedades, que grava las ganancias de las empresas se redujo del 30% al 25% y, además, se incorporó una cantidad de beneficios vinculados a la internacionalización de las empresas, explicó el experto.
Además, como socio de la Unión Europea, España no paga aranceles por importar insumos y tiene aranceles muy bajos de países extrazona. "Esto abarata los costos y permite exportar en condiciones ventajosas", explicó García-Legaz. Y agregó: "La lección española es que impuestos altos sobre la industria son un lastre para la exportación y el desarrollo económico".
En la actualidad, España tiene en marcha unas 6000 mesas sectoriales, pero enfocadas más que nada en temas laborales. Con la reforma laboral en ciernes en la agenda gubernamental para después de las elecciones, la flexibilidad en el mercado de trabajo aparece en el centro de la escena.
"La palabra clave es competitividad, que va de la mano de la flexibilidad, buscando empleo estable", señaló. Por ejemplo, en el sector automotriz una multinacional necesita tener más personas trabajando en una época del año y está dispuesta a pagarlo, porque sin esa flexibilidad las inversiones se van a ir a otro país que sí la tiene", analizó. |
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