Clarín 17-05-2019 - Mauricio Bártoli

Mauricio Bártoli La carne argentina volvió a jugar en las grandes ligas internacionales esta semana, y vuelve a posicionarse como un producto clave para el comercio exterior, casualmente cuando la soja quedó en el centro de la escena global; aunque en los mercados de nuestro país la cotización se mantiene arriba de expectantes $ 10.000 por tonelada.

Con todo, en medio de todas las miradas enfocadas hacia el grano que representa aún hoy el principal rubro de exportación criollo, desde la tradicional feria alimenticia SIAL que se realizó esta semana en Shangai, cabecera comercial de China, llegan noticias eufóricas relacionadas a la gran demanda que se percibe por los cortes de proteínas animales, vacunos especialmente, aunque también crece el posicionamiento de carne de cerdo y de pollo.
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El día más importante de ese fenómeno fue ayer. Los 25 frigoríficos argentinos que participan con un stand, el Argentine Beef, ya no tienen más mercadería para vender. “Fue algo impresionante”, dicen los protagonistas.

El asunto no sólo pasa por la cantidad, sino también por los precios. Están todos sorprendidos con lo que está pagando el mercado chino. Entre la guerra comercial con Estados Unidos y la fiebre porcina africana, la demanda de carne por parte del gigante asiático es una gran oportunidad para los frigoríficos argentinos que viajaron. Tienen todo vendido, no les queda un kilo de carne en stock para vender.
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“La peste porcina africana y la crisis comercial entre China y Estados Unidos impactó fuertemente este mercado”, aseguró Ulises Forte, presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). “Es una feria con un movimiento nunca visto y de precios muy buenos”, agregó Jorge Torelli, vicepresidente del Instituto. “Se están realizando operaciones con valores que superan en 1.000 a 1.500 dólares lo que se venía pagando el año pasado”, concluyó.

Juan Eiras, presidente de la Cámara de Feedlot, contó ayer que el 80% de la carne de exportación proviene de animales con engorde a corral. Los animales de esos hoteles de engorde y también abastecen buena parte del consumo interno.
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Eiras admitió que las 25 plantas exportadoras que fueron habilitadas por China, hoy la locomotora del negocio exportador, están trabajando a plena capacidad. Y que precisamente hay un cambio en la demanda por parte del gigante asiático que antes requería hacienda de menor calidad y ahora suma cortes de alta calidad y empujan los precios de los cortes que se destinan a otros mercados como Israel y Chile.

Este boom contrasta con lo que sucede en el mercado doméstico, donde el consumo de carne por habitante descendió a los 49 kilos por persona y por año.