La Nación 27-03-2019 - José E. Bordón SANTA FE.- Siete años después de su cierre, mañana comenzarán los trabajos de reacondicionamiento de la planta que el frigorífico Swift posee en Venado Tuerto para que en mayo próximo vuelva a producir.

Según se informó, en una primera etapa será habilitado el sector de despostado y de frío, con la posible incorporación de una centena de empleados. Luego se avanzará con otros sectores. La noticia sobre el reacondicionamiento fue adelantada por el sitio www.venado24.com.ar.

La planta es administrada actualmente por la empresa brasileña Minerva, que en junio de 2017 se la adquirió a su par JBS, también de Brasil. El grupo está buscando poner en funcionamiento unidades desactivadas. De hecho, la reactivación de esta planta tiene que ver con la mejora de las exportaciones -el año pasado se exportaron 555.503 toneladas, con una suba del 78%- y la reapertura del mercado de EE.UU.

"Hoy estamos en una situación prometedora. Hace siete años, la empresa dio vacaciones a todos sus empleados y al momento de regresar, la planta no arrancó y comenzó a ofrecer retiros voluntarios. Desde ese enero (de 2012) hasta agosto, un grupo de 34 trabajadores se resistió a abandonar su puesto de trabajo y fue despedido. Al momento de cerrar, la planta tenía 550 trabajadores activos, por lo que se cree que, de volver a abrir de forma completa, el frigorífico tiene la capacidad de emplear nuevamente esa cantidad de gente", sostuvo el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne de Venado Tuerto, Cristian Crudelli.

Aunque el sindicalista se encargó de remarcar que la empresa solo comunicó la intención de reabrir la planta, y que no hay una fecha oficial para la vuelta a las actividades, fuentes empresarias adelantaron a LA NACION que el frigorífico -ubicado a la vera de la ruta nacional 33- reanudará normalmente sus labores desde mayo próximo.

"La fecha de la reapertura dependerá del estado en que se encuentren las maquinarias y cámaras de frío", aclaró Crudelli.

El frigorífico Swift de Venado Tuerto anunció el cese de operaciones en enero de 2012. Cinco años después la adquirió Minerva, la segunda exportadora del mundo en el rubro cárnico, que desembolsó US$300 millones por nueve plantas en distintos países de la región.

En el caso de la Argentina, el negocio de JBS estaba compuesto por cinco plantas de faena, más otra de productos industrializados y una grasería. Además del frigorífico de Venado Tuerto, Minerva tiene el control ahora sobre las plantas de Pontevedra, Berazategui, Jesús María y Villa Gobernador Gálvez (Gran Rosario).

Además, opera 11 plantas en Brasil, seis en Paraguay, tres en Uruguay y una en Colombia. Su negocio se compone de exportaciones a más de 100 países en cinco continentes, según consta en su página web.
Por: José E. Bordón