Revista Puerto 12-03-2019 - Roberto Garrone Al cumplirse el pasado sábado el noveno aniversario del naufragio del Rigel, familiares de los trabajadores desaparecidos en el hundimiento, acompañados por miembros de organizaciones sociales marcharon este lunes por las calles del puerto oportunidad en que volvieron a reclamar que los buzos bajen hasta el casco para determinar la existencia de alguno de los cuerpos de los tripulantes.

El Rigel se hundió en medio de un temporal grado 5 en la madrugada del 9 de junio del año pasado. El casco fue hallado por personal de la Armada a bordo del buque Tango, a través del mapeo del fondo marino, a 93 metros de profundidad al 44º S y 62º W, a la altura de Punta Tombo.

La columna estuvo contenida por una bandera negra que en letras grandes repite el pedido que vienen formulando los familiares desde que se encontró el casco. “Que bajen los buzos”, una proclama de unidad de todos los trabajadores desaparecidos en el mar, decía en letras más chicas el lienzo que en el centro tenía un ancla y, sobre celeste, los nombres de todos los tripulantes desaparecidos en el naufragio.

Guillermina Godoy caminaba al centro. Más allá, Miguel Osorio, a un costado. Gabriela Sánchez, hermana del capitán del Repunte, los flanqueaba desde la derecha. “La causa no avanza y seguimos pidiendo lo mismo: que los buzos puedan bajar para saber si los chicos están ahí”; dijo Guillermina, mamá de Nahuel Navarrete.

El único cuerpo rescatado tras el naufragio fue el del capitán y copropietario del buque, Salvador “Toti” Taliercio. Continúan desaparecidos el segundo patrón Rodrigo Sanita, el jefe de máquinas Néstor Rodríguez, el auxiliar, Cristian Osorio y los marineros Jonatan Amadeo, Nahuel Navarrete, Carlos Daniel Rodríguez, Pedro Miérez y Rodrigo Blanco.

“Vamos a ir en los próximos días al sur para ver al Juez, al Congreso y a La Plata, acompañados por la CTA, para apoyar el pedido de la diputada Fernanda Raverta, exigiendo al Ejecutivo que arbitre los medios de búsqueda y rescate de nuestros hijos”, reveló Godoy.

Los familiares cuestionaron al juez Gustavo Lleral por no responder a sus demandas siquiera del pedido de audiencia mientras analizan el modo en que presentarán las 70 mil firmas que recolectaron en la carpa que montaron al pie de la Catedral, en el microcentro de Mar del Plata.

El pedido de los familiares es entendible a partir del dolor que atraviesan por la circunstancia que les toca vivir, pero desde Prefectura han aclarado, desde que se conoció la ubicación del casco, que el operativo era de imposible realización. La profundidad en la que se encuentra el casco pone en riesgo la vida de los rescatistas y nadie en las fuerzas de seguridad, lógicamente, desea asumir esa responsabilidad.
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