|
Infocampo 07-03-2019 - Solana Sommantico Informaron que profesionales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) junto a técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de la República Oriental del Uruguay y asesores privados de Estados Unidos y Panamá, comenzaron un estudio de investigación en establecimientos colindantes al río Uruguay, en la provincia de Entre Ríos.
El estudio se basa particularmente en determinar si el río Uruguay funciona como “barrera natural” para el gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), una especie de díptero califórido cuya larva es un parásito obligado de los vertebrados de sangre caliente.
Más información
Una herramienta permite saber cuándo y cuánto regar para mejorar rindes sin instalar equipos
Se trata de Kilimo, una plataforma que ya se utilizó en el marco de la campaña 2017/18 de maíz y cuenta con el 92% de exactitud en los resultados.
Se viene AgroActiva, en el corazón productivo del país
La ubicación de la muestra en 2018 es muy cómoda para expositores y visitantes. Las empresas tendrán menores costos de fletes y el público podrá llegar rápidamente, por autopista, hasta el ingreso a la exposición.
Gusano barrenador del ganado
Aseguran que este parásito es perjudicial en muchos aspectos, afectando la producción y produciendo la mortandad de todos los ejemplares de sangre caliente, entendiéndose como tales al ganado vacuno, porcino, ovino, equino, animales silvestres y mascotas; inclusive el ser hucampomano.
Durante el estudio, el equipo de investigadores colocó pupas del gusano en cajas de liberación en lugares estratégicamente seleccionados en las márgenes del río en ambos países.
Las pupas fueron divididas y coloreadas para poder diferenciar las colocadas del lado argentino de las del lado uruguayo.
Cabe destacar que estas pupas tardan entre 24 y 48 horas hasta eclosionar y convertirse en larvas. Posteriormente, se transforman en gusano y éste en mosca.
En paralelo, indicaron que se instalaron trampas con feromonas para atraer al insecto coloreado. Por el lapso de 45 días los técnicos verificarán las trampas registrando la información que recaben para luego establecer una conclusión final.
Por último, los agentes del Centro Regional Centro del Senasa en Gualeguaychú, José María Bohl y Julio Alfieri, destacaron la importancia del estudio y la interacción entre los miembros de las organizaciones participantes. |
|