Revista Puerto 20-12-2018 - Karina Fernández El Programa de Merluza y Fauna Acompañante del INIDEP presentó el informe global de la especie a partir del cual se conoce el estado del recurso y se recomienda una Captura Biológicamente Aceptable. El documento contiene reiterados llamados de atención a las autoridades de la Subsecretaría y Dirección de Pesca como así también al Consejo Federal Pesquero; si bien no lo hacen directamente, en más de un pasaje los investigadores hacen referencia a las reiteradas recomendaciones que se han desestimado. A pesar de la menor presión de la flota merlucera y un registro de disminución de los desembarques que se observa en la estadística oficial, la captura en 2017 fue superior a la de 2016 como consecuencia del descarte y la pesca incidental en las flotas merlucera y langostinera. Los científicos solicitaron “enfáticamente” que se utilicen artes selectivas, que la temporada de langostino no se extienda más allá de octubre y que mejoren los controles.

La evaluación del estado de explotación del recurso merluza hubbsi al sur del 41º S se realizó en base a los datos de la estadística oficial de desembarques, a las estimaciones de captura por edad y a las campañas de investigación, aplicándose a un modelo matemático estándar (APV-XSA) y un modelo estadístico (ECE) que brinda escenarios más optimistas. Respecto de las campañas las investigadoras lamentaron que no se realizaran las globales en 2017 y 2018.

Los datos de declaración de captura fueron corregidos con información del Programa de Observadores a Bordo del INIDEP y con la estadística correspondiente a otros países (FAO). Además se incluyeron las estimaciones de descarte de merluza de las flotas merlucera y langostinera. Como resultado, la captura total del efectivo al sur de 41º S de merluza estimada para 2017 ascendió a 420.946 toneladas (4% mayor que la de 2016).

“Si bien las declaraciones de captura registran muy poca variación desde la implementación de las CITC, los ítems descarte y bycatch, así como la captura de otros países, han ido aumentando en forma sostenida desde 2013”, señala el informe.

Se destaca que hasta 2008 la pesca de juveniles de edad 1 era importante, pero desde 2009 a la fecha, con el aumento de la AVPJM, disminuyó considerablemente. A partir de ese año y hasta 2012 la captura promedio se estabilizó en cerca de 340 mil toneladas, mientras que entre 2013 y 2017 subió a alrededor de 400 mil toneladas, cuando la captura de otros países se sostuvo en 54 mil toneladas.

“Considerando todo el período de análisis, el descarte estimado tuvo un valor medio anual de 56 mil toneladas y el bycatch de 28 mil toneladas. Se observó que el descarte en particular fue aumentando progresivamente luego de la implementación de las CICT”, dice en el informe.

Puntualmente sobre el descarte explican que en la pesquería de merluza se realiza de dos maneras: como especie objetivo de su pesquería en el que se descarta por talla y la otra forma de descarte es el bycatch, especialmente en la pesquería de langostino que se desarrolla principalmente dentro de la Veda y no utiliza artes de pesca selectivas.

“Como resultado de estas interacciones se capturan principalmente juveniles de merluza pero también reproductores especialmente cuando comienzan a agregarse para la reproducción. Como consecuencia de este fenómeno los valores declarados de merluza en los partes de pesca, de ambas pesquerías, no representan la captura real, sino que la subestiman”, advirtieron.

En cuanto a los reclutamientos señalaron que las estimaciones de 2017 fueron similares al promedio del período 2001-2016 con el modelo estándar, mientras que con el alternativo fue alto, pero aclaran que “sobre este parámetro pesa la mayor incertidumbre”.

Respecto de la mortalidad por pesca promedio de las edades 3 a 6 estimadas por el modelo estándar, desde 2014 a 2016 dice el informe, registró cierta estabilidad, mientras que sobre el grupo de edad 3 se registró un leve aumento en 2017. Con el otro modelo se detectó para ese período una disminución de la mortalidad por pesca de las edades 2 a mayores de 7.

Brindando más detalles los investigadores indicaron que la Veda “ha permitido proteger parcialmente de la pesca de la flota merlucera a los ejemplares juveniles, sin embargo, la edad media observada en la captura en 2017 fue 2,2 mientras que esta especie alcanza la edad de primera madurez alrededor de 2,6 años”. Es decir que la pesca, como ocurre desde hace varios años (2009), es sostenida por juveniles.

“La mortalidad por pesca debida a la captura incidental aumentó de 2016 a 2017”, se indica textualmente, puntualizando que la captura de merluza en la pesquería de langostino “se mantiene principalmente sobre los grupos de edad 1 y 2”. A la vez se afirma que desde 2013 aumentó también la captura de ejemplares más grandes como consecuencia de “la prolongación de la temporada dentro de la Veda que permite la superposición de la actividad de la flota sobre las concentraciones de merluza que se reproduce en el litoral norpatagónico”.

Y en un claro llamado a las autoridades pesqueras, tanto del Ejecutivo como del Consejo Federal Pesquero que ha extendido por ejemplo este año la temporada de langostino hasta el 11 de noviembre, los investigadores expresaron textualmente: “Es por eso que se ha recomendado fuertemente que la flota debe abandonar el Área de Veda a partir del mes de octubre”.

Es que, según afirman, “estas condiciones atrasan el alcance del objetivo de recuperación de la biomasa reproductiva en 600 mil toneladas con un mayor porcentaje de los mejores reproductores”, a pesar de que la disminución del esfuerzo de la flota merlucera estaría contribuyendo.

La estimación de la biomasa total al inicio de 2017 fue 841.449 toneladas según los resultados del modelo estándar y de 1.079.780 toneladas en el alternativo. Con respecto a la biomasa reproductiva para 2017 se estimó en 516.271 toneladas en un modelo y en 647.192 toneladas con el otro, con 12% de grandes reproductores en el primer caso y 14% en el segundo.

Con respecto a la Biomasa Reproductiva observada en las Campañas Globales, informaron que “si bien se notó un progresivo aumento de tamaño entre 2011 y 2013, no ocurrió lo mismo con la proporción de grandes reproductores. “En 2016 la biomasa reproductiva fue similar a la de 2012 en volumen pero con menor porcentaje de grandes reproductores, que variaron de 2011 a 2016 en 15%, 18%, 12% y 15% respectivamente”.

En este sentido recordaron las conclusiones a las que arribó el Programa de Biología Reproductiva dirigido por Gustavo Macchi, al expresar que “las hembras jóvenes (menores de 5 años) producen huevos de menor calidad que aquellos de las de mayor edad“, lo que sugiere que el éxito del reclutamiento en este efectivo dependería más de las hembras fecundadas más grandes y de mayor edad que las jóvenes, e indicaron que ello se debe tener en cuenta en las recomendaciones de manejo sustentable del recurso.

En base a estos resultados se planteó un escenario para la estimación de la Captura Biológicamente Aceptable, con una probabilidad igual o mayor a 90% de cumplir con el objetivo conjunto de alcanzar una biomasa reproductiva de 600 mil toneladas con 16% de grandes reproductores en la población de adultos en el corto y mediano plazo.

Fijando un promedio de reclutamientos y realizando proyecciones a partir de la mortalidad promedio del período 2015 -2017, los investigadores produjeron los valores de CBA para 2019 con el modelo estándar de 267 mil toneladas para el escenario de corto plazo y 276 mil en el mediano plazo; y en el modelo alternativo entre 306 mil y 314 mil para uno y otro escenario.

“En función de los resultados obtenidos y con la intención de lograr (o sostener) 600.000 toneladas de biomasa reproductiva y el aumento en la proporción de grandes reproductores sobre el total de reproductores de la población, se recomienda establecer una captura máxima para el efectivo en 2019 en el orden de las 280 mil toneladas con el fin de cumplir el objetivo biológico en el mediano plazo. Se aclara que las CBA entimadas en este trabajo corresponden al total del efectivo sur, incluyendo las capturas realizadas por otros países”.

“Se reitera que el valor que se establezca para la CMP, en base a los valores de CBA de los distintos escenarios, es sólo una medida de manejo dentro del conjunto de medidas necesarias para lograr la sustentabilidad de la explotación del recurso. Por lo tanto se sostiene enfáticamente que se deben tomar medidas concretas para disminuir la captura de juveniles y para evitar la pesca de reproductores cuando comienzan a concentrarse para su reproducción”, remarcaron en dirección a las autoridades.

Entre las medidas complementarias al valor sugerido que consideran se debe aplicar incluyeron el mantenimiento de las actuales dimensiones de la Veda; utilizar artes selectivas u otras medidas de manejo, a fin de minimizar la captura de juveniles tanto en la pesquería dirigida como en las que es capturada como bycatch, para reducir “significativamente los descartes”; aumentar los controles sobre las declaraciones de captura y esfuerzo; lograr una efectiva protección de las concentraciones de adultos en la temporada reproductiva (de octubre a abril) cuando la flota langostinera opera dentro de la Veda y adecuar la cobertura de observadores a bordo en las flotas merluceras y langostinera con el objetivo de tener estimaciones más precisas de las variables biológicas.
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