El Cronista Comercial 19-12-2018 - DOLORES OLVEIRA La AFIP avanza en ser una caja boba llena de datos informáticos que no llega a administrar y pasa a utilizar eficazmente esa información para definir distintos perfiles de riesgo de los contribuyentes. Esta vez se centró en los importadores.

Mediante la Resolución General Conjunta (AFIP y Secretaría de Comercio) 4364/2018, publicada hoy miércoles en el Boletín Oficial, se modifican aspectos relevantes del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) para su funcionamiento, explicó Iván Sasovsky, del estudio del mismo nombre.

Las principales incorporaciones tienen que ver con la incorporación del Sistema de Capacidad Económica Financiera (Sistema CEF) como mecanismo objetivo para la valorización y administración de los riesgos del contribuyente en materia tributaria, impositiva, aduanera y de los recursos de la seguridad social.

El Sistema CEF trabaja a partir de los datos obtenidos del propio contribuyente; o sea de la presentación de sus declaraciones juradas; o de terceros, y que tienen que ver con su condición y actividad económica, patrimonial y financiera, explicó Sasovsky.

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De alguna forma, se llega a la convergencia del SIMI y el CEF, en la búsqueda de hacer uso de la información disponible en la AFIP para la administración de los perfiles de riesgo y análisis económico, financiero y patrimonial de los contribuyentes.

Este tipo de medidas van a ser una constante en el traspaso de una AFIP que acumulaba información que hasta hace poco tiempo no podía administrarla, hacia un organismo que a través del procesamiento de datos obtenidos por distintas fuentes pase a establecer un perfil acabado de cada contribuyente, apoyada en la eficiencia tecnológica y en el avance de herramientas de inteligencia artificial, comentó Sasovsky.

La normativa antes de esta reforma de alguna forma era más laxa respecto a la discrecionalidad del organismo en la calificación y valorización del contribuyente. Hoy con la reforma queda circunscripta la identificación del perfil del contribuyente a la determinación del perfil de riesgo definido para otros fines.

Pero quedan dudas, aseguró Sasovsky, ya que si bien el avance de la tecnología en materia de prevención y control es una herramienta que facilitará y hará más eficiente la administración de perfiles de riesgo, la parametrización automática de muchos aspectos han presentado fallas en su implementación.

No es novedad que el fisco basándose en la utilización de éstos avances haya cometido excesos y se hayan avasallado derechos del contribuyente. Por lo que la revisión y proceso de análisis de situaciones particulares de los contribuyentes nunca pueden estar fuera de la ponderación de ningún perfil de riesgo, y eso es un gran desafío, concluyó el CEO de Sasovsky & Asociados.