El Cronista Comercial 19-12-2018 - EZEQUIEL M. CHABAY El presidente Mauricio Macri asumió este martes en Montevideo la presidencia pro tempore del Mercosur y allí trazó la agenda que la Argentina se propone instrumentar durante este mandato, que se extenderá a lo largo de seis meses, hasta mediados de julio próximo. Lo hizo en presencia de sus pares de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Michel Temer; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y del Uruguay, Tabaré Vázquez.

En el edificio que el Mercado Común del Sur tiene sobre la rambla que da a la costa uruguaya del Río de la Plata y a metros del Parque Rodó, escoltado por el canciller Jorge Faurie y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, el jefe de Estado argentino hizo una férrea defensa de la unión aduanera puesta en marcha hace 27 años mediante el Tratado de Asunción y enfatizó que "la integración de nuestra región al mundo es fundamental".

Macri fue contundente al convocar a "dejar atrás cualquier improductivo debate existencial" y "focalizar todos los esfuerzos en modernizar el Mercosur para que sirva mejor a los tiempos en que vivimos", en parte "redoblando los esfuerzos en la agenda externa", y promoviendo la convergencia con la Alianza del Pacífico, representada en la reunión por diplomáticos de Chile, Colombia y Perú.

Macri eludió grandes definiciones sobre el futuro del bloque y evitó referencias explícitas a la figura política en ascenso, Jair Bolsonaro. Sin embargo, marcó la postura con la que se sentará a negociar el próximo 16 de enero con él, en Brasilia, ya por entonces ocupando el palacio del Planalto como presidente del principal socio comercial del país y primera economía de la región. El ex capitán del Ejército ya anunció su deseo de poner al Mercosur en "revisión" y acaso reconvertir el bloque en un área de libre comercio, sin un arancel externo común. Sus definiciones al respecto se conocerán, posiblemente, en su participación en el Foro Económico Mundial, en la ciudad suiza de Davos.

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"Tenemos que continuar avanzando sobre las cuestiones concretas de nuestra integración, de manera franca y sin vacilaciones, para alcanzar resultados que beneficien a la gente. Así, nuestro proyecto de integración será un instrumento de vanguardia, capaz de adaptarse a la dinámica de los cambios regionales y globales", evaluó el presidente.

En una muestra de las divergencia de posiciones entre el Gobierno y la nueva conducción brasileña, con la que se aspira a tener una relación armoniosa, el canciller Jorge Faurie y la secretaria de Comercio Exterior, Marisa Bircher, suscribieron luego del acto formal con los funcionarios del gobierno de Temer, cuyo mandato concluye el 31 de diciembre, una declaración sobre convergencia regulatoria y facilitación del comercio, con propuestas concretas para incrementar y simplificar el comercio bilateral. La declaración marca la agenda con la cual Macri espera transitar la relación ecoómica en la era Bolsonaro.

En materia política, se suscribió una declaración sobre cooperación que reafirma la "relación bilateral estratégica" en esta materia y "la naturaleza pacífica" de los programas nucleares que tienen en marcha ambos estados. Siendo que la Argentina y Brasil tienen una agencia binacional que monitorea y audita las actividades en este campo, y que Bolsonaro se ha rodeado de militares que proponen el enriquecimiento de uranio con fines bélicos, tal declaración busca ponerle un coto posibles cambios que vendrán y exponer al brasileño a desmarcarse abiertamente de una política de Estado que data de los años 80.