BAE 18-12-2018 - Merino Soto El Ministerio de la Producción armó una mesa de trabajo con integrantes de las Federación de la Industria Molinera Argentina (FAIM) con el objetivo de buscar una solución para mejorar la exportación de harina de trigo, que en los últimos meses mostró una baja del 30 por ciento. Frente a la imposibilidad de hacer reducciones desde lo fiscal, la idea del Gobierno ahora es aplicar una reducción en los gastos de fobbing y logística de cara al próximo año.

Fuentes públicas y privadas señalaron que se dejó en claro que no habrá eliminación de las retenciones ni tampoco volverán los reintegros. Vale recordar que hoy es más caro exportar una tonelada de harina que de granos. Los técnicos de Producción evalúan disminuir los costos de tasa e inspecciones que cobran en los puertos, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria ( Senasa), y la Aduana, todos trámites por los que, dependiendo del producto a exportar, se paga un arancel que percibe el Estado. Otro punto pasa también por el descalce del IVA, el cual está muy demorado.

Operadores consultados señalaron que la reducción de los gastos en el puerto "no son significativos" en relación a lo que se cobra por retenciones.

En la búsqueda de competitividad y frente a otros sectores, el harinero no se ve beneficiado por la mejora en el tipo de cambio, dado que compra el trigo en dólares a valor internacional. Este precio representa el 80% del costo total frente al 4,2% de la mano de obra que está pesificada.

Respecto de esto último, las fuentes de la industria señalaron que por ahora no hay problemas de despidos , pero no descartan que se puedan dar en algunas fábricas. Con las mejoras externas de 2018, tomaron 3.000 nuevos puestos de trabajo.

Un tema no menor y que habla de la realidad tras la vuelta de las retenciones es que el consorcio de 80 empresas harineras que se había armando, hoy se esta desarmando.

Para colmo de males, el precio de la trigo está de para vienes para los productores, pero no para los harineros. Ayer el cereal tocó los $8.000 la tonelada, que al tipo de cambio significan unos u$s211.

Desde la corredora Futuros y Opciones (FyO), el analista Dante Romano rescató que "el productor no vende lo poco que tiene de la soja y opta por el trigo, el cual es más rentable hoy".Además señaló que "con este precio en alza, el productor está viendo hasta dónde llega para vender". En pocas palabras, empezó a retener el grano.

Por su parte, la analista Lorena D´Angelo sostuvo que "la suba del trigo responde a la presión de cosecha, donde los precios no bajaron producto del mal clima que está afectando al cereal, por lo que muchos tienen problemas para entregar la mercadería. A esto hay que sumarle que el dólar volvió a subir".

Un tema que podría complicar a la industria molinera en su pelea con la exportación en ver quién paga más por la materia prima. Su impacto se trasladará, como siempre, a los consumidores.