BAE 18-12-2018 - Francisco Martirena En el marco de la defensa de su política comercial, el gobierno de los Estados Unidos atacó ayer tanto a la Organización Mundial del Comercio ( OMC) como a China, en la propia sede de la entidad en Ginebra, ya que considera que no existen controles sobre las prácticas desleales del gigante asiático y por ello, se aplican aranceles más altos en forma unilateral.

Los Estados Unidos se sometieron ayer a la primera sesión de su decimocuarto examen de la política comercial de la OMC, que continuará mañana, y recibió a su vez los contraataques de China, Japón y la Unión Europea principalmente. Liderado por el embajador ante la OMC, Dennis Shea, un equipo de 23 funcionarios de los EE.UU. justificó el argumento de la "seguridad nacional" (sección 232). En un informe de la sesión, al que accedió este diario, Shea fue categórico al afirmar que "preferiríamos poder utilizar la OMC, pero el régimen comercial de China no es compatible con ella. La OMC que Estados Unidos ayudó a crear, y la OMC que buscamos, no es la OMC que tenemos hoy".

Para el presidente Donald Trump, existen cuatro puntos centrales en el escenario actual. El sistema de solución de controversias de la OMC se ha alejado mucho del sistema acordado por los miembros. "Se ha apropiado de poderes que los miembros de la OMC nunca tuvieron la intención de otorgar. Esto incluye cuando los paneles o el Órgano de Apelación han tratado de agregar o disminuir los derechos y obligaciones de los miembros en una amplia gama de áreas", señala el documento entregado por fuentes de la OMC.

En segundo lugar, "la OMC no está bien preparada para manejar el desafío fundamental que plantea China, que continúa adoptando un enfoque mercantilista dirigido por el Estado hacia la economía y el comercio", fue la dura sentencia de los enviados de Trump. Según los Estados Unidos, China aplica una serie de políticas industriales no de mercado y otras prácticas competitivas desleales destinadas a "promover y apoyar a sus industrias nacionales al mismo tiempo que restringen, aprovechan, discriminan o crean desventajas para las empresas extranjeras y sus productos y servicios".

Para EE.UU., la OMC “no está bien preparada para manejar el desafío que plantea China”

Asimismo, para los Estados Unidos, el brazo negociador de la OMC no ha podido alcanzar acuerdos que son de importancia crítica en la economía moderna, "socavados por la falta de voluntad de algunos miembros para hacer contribuciones acordes con su papel en la economía global". Y finalmente, la persistente falta de transparencia de algunos miembros, incluida su falta de voluntad para cumplir con sus obligaciones de notificación. El embajador Shea dijo que "algunos están criticando el enfoque de los Estados Unidos como unilateralista y proteccionista, pero en la opinión de los Estados Unidos se trata de una mala interpretación seria y quizás intencional de las acciones e intenciones de Washington".

Contraataque chino

Por el lado de China, el embajador ante la OMC, Zhang Xiangchen, respondió que Trump impuso medidas de "Sección 232", sobre productos de acero y aluminio, "permitiendo que el proteccionismo se extienda bajo el pretexto de la seguridad nacional".

En forma conjunta, señaló que "ha aplicado medidas de la Sección 201 para aumentar enormemente los aranceles, devolviendo a la vida al fantasma del unilateralismo que había estado inactivo durante años; y ha bloqueado la selección de miembros del Organo de Apelación, prácticamente excavando la joya de la corona de la OMC". El embajador chino dijo que es difícil aceptar aumentos de tarifas en productos de acero y aluminio "basados en dudosas preocupaciones de seguridad nacional y aceptar la idea de que poner al Organo de Apelación en un estado de parálisis lo hará más efectivo. Es responsabilidad de todos abordar los desafíos de la globalización económica, también de China y los EE.UU.".