Revista Puerto 12-12-2018 - Karina Fernández El INIDEP, único organismo científico asesor de la autoridad de aplicación, evalúa semanalmente el impacto de la pesquería de langostino sobre la merluza hubbsi dentro y fuera de la veda nacional para la protección de reproductores y juveniles. Esta información le es comunicada a la Subsecretaría para que puedan tomarse decisiones de manejo y se eleva periódicamente un informe detallado al Consejo Federal Pesquero. El último ingresó la semana pasada y consta en el Acta 35; en el mismo se describe el bycatch acumulado durante la temporada de langostino 2018 y los índices de las últimas dos semanas de pesca hasta el momento en que se cerró el área. Dentro de la Zona de Veda, la captura incidental fue un 30% mayor que el año pasado y fuera del área vedada un 35% superior pero podría ser mayor, dado que no se contó con datos de observadores a bordo de las flotas costera y fresquera. En cuanto a los valores en el final de la temporada, como ocurre todos los años no solo se incrementó la relación merluza-langostino sino que además el 60% estuvo compuesto por adultos en proceso reproductivo.

En cuanto a la pesca incidental acumulada durante toda la temporada 2018, entre el 3 de marzo y el 11 de noviembre, fuera de la Zona de Veda para la Protección de Juveniles de Merluza, fue de 38.300 toneladas, un 35% mayor que la obtenida durante la temporada 2017 y dentro del sector vedado el bycatch alcanzó las 36.500 toneladas, siendo un 30% superior al registrado el año anterior, según indica el informe.

La cifra resulta mucho más relevante si tenemos en cuenta que el valor total de bycatch no considera la operación de la flota fresquera fuera de la zona de Veda, ni de la flota costera que operó en el litoral de Chubut. La designación de observadores para la flota fresquera, con gran presencia en el área de pesca dentro y fuera de la Veda, fue absolutamente deficiente por parte de la Subsecretaría de Pesca, a pesar de que el personal del INIDEP siempre realizó la solicitud en tiempo y forma.

Según surge del informe la cobertura de la flota con observadores a bordo llegó al 10% fuera del área de Veda entre el 3 de marzo al 19 de mayo y dentro de la Veda, desde esa fecha hasta el 3 de junio. A partir de allí nunca más se logró la cobertura mínima e incluso en varios períodos estuvo muy por debajo, teniendo casos de 150 barcos en operaciones de pesca y solo cuatro con observadores designados.

La información, que en su totalidad provino de la flota congeladora tangonera, se analizó semanalmente para compararla con la obtenida en 2017. El análisis de los datos indicó que los rendimientos por hora de merluza desde que iniciaron la actividad dentro de la Veda fueron superiores a los del año anterior hasta mediados de agosto y a partir de octubre. En noviembre, disminuyeron al mismo tiempo que la relación entre las capturas de merluza y langostino fueron aumentando hasta que la flota abandonó el área de Veda.

En cuanto a la captura promedio de merluza por buque y por semana fue superior a la obtenida en 2017 desde la entrada de la flota a la Veda, similar a partir de agosto y si bien fue menor a partir del mes de octubre la tendencia, “como todos los años, fue al aumento hacia el final del período de operaciones de la flota en el área”. Esta frase en el documento pone en evidencia que cuando las autoridades deciden extender la temporada más allá de lo sugerido por los investigadores, lo hacen a sabiendas de que la presión de la flota sobre la merluza será muy negativa.
Índices de los últimos días de la temporada

En el período que va desde el 29 de octubre al 11 de noviembre, momento en el que se dio por terminada la temporada para todos los buques, la flota se concentró entre el paralelo de 43º S y el de 45º 30’ S. Entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre la relación merluza-langostino fue del 38%, mientras que entre los días 5 y 11 de noviembre el porcentaje de merluza llegó al 43%.

En cuanto a la estructura de tallas en las capturas de merluza, el informe solo hace referencia a lo observado en las últimas semanas de la temporada. En el período del 29 de octubre al 4 de noviembre, al norte del paralelo 44º S, estuvo compuesta en un 60% por ejemplares adultos en proceso de agregación y reproducción. Entre el paralelo de 44º y 45º S, el porcentaje de juveniles llegó al 35%. Al sur del paralelo 45º S los juveniles representaron el 70% de las capturas.

Ya en los últimos días de la temporada, entre el 5 y el 11 de noviembre, entre el paralelo 43º y 44º S la captura de merluza estuvo compuesta por un 40% de juveniles, similar a lo observado en 2017. Al sur del paralelo 45º S el porcentaje de juveniles fue del 50%.

Recordemos que la actividad se desarrolla en el área de veda para la preservación de juveniles y reproductores de merluza. Por otra parte, según la legislación vigente, la pesquería debe cerrarse cuando se supera el 20% de captura incidental.

Desde el sector empresario no se observó una actitud responsable. Por ejemplo, los nucleados en CEPA durante el año solicitaron en más de una oportunidad que se revea el porcentaje de bycatch permitido. Esta actitud no hace más que confirmar que antes de buscar la forma de evitar la pesca indiscriminada de juveniles de merluza se intenta una vez más modificar las normas para avanzar sobre los recursos.
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