Revista Puerto 06-12-2018 - Karina Fernández Con la cara de Lucía Pérez como telón de fondo, la Cámara de Diputados tuvo ayer su sesión extraordinaria en la que se trataron más de 23 leyes, entre ellas el proyecto de ley de designación de Áreas Marinas Protegidas a Yaganes y el Banco Burdwood II. Fue la última, dado que incluía modificaciones y no contaba con dictamen de mayoría de la Comisión de Intereses Marítimos, necesitando a su vez los dos tercios de los votos para poder ser tratada.

Si bien existían dudas sobre la aprobación del proyecto, la totalidad de los diputados dio su voto favorable y expresaron que esto es ya una política de Estado respecto del cuidado del medio ambiente. El día anterior, representantes del sector pesquero fueron convocados para aportar sus argumentos en contra de la aprobación de la ley; aunque finalmente no fueron contemplados y ninguno de los legisladores que tomó la palabra hizo referencia al impacto que tendrá sobre este sector productivo. El proyecto podría tratarse antes de fin de año en Senadores con el objetivo de convertirlo en ley.

El proyecto de ley sobre Áreas Marinas Protegidas para la designación de Yaganes y el Banco Burdwood II estuvo a punto de perder estado parlamentario, dado que durante todo el año las comisiones de Intereses Marítimos, Relaciones Exteriores y Hacienda no se habían reunido para tratar el tema. Incluso la de Intereses Marítimos llegó ayer al tratamiento sobre tablas sin dictamen de mayoría (Ver Puede perder estado parlamentario la designación de Áreas Marinas Protegidas).

El desinterés demostrado por los legisladores no abrigaba esperanzas de que el proyecto fuera tratado, siendo que luego de dos suspensiones había llegado a una sesión extraordinaria en la que se votaron 23 leyes. Sin embargo, cuando se propuso su tratamiento todos estuvieron de acuerdo y quienes tomaron la palabra lo hicieron con júbilo y hablaron de un compromiso con el tema que hasta la fecha era inimaginable.

La primera en tomar la palabra fue la diputada del PRO Cornelia Schmidt, quien dijo que pocos saben de la importancia que tienen las Áreas Marinas Protegidas y se congratuló de estar comenzando “una política de Estado resguardando el futuro para nosotros y para toda la humanidad”; agregando que “le mostraremos al mundo que Argentina tiene una política de Estado relacionada con la biodiversidad y la protección medioambiental”.

Por su parte la diputada Graciela Camaño, luego de enumerar las distintas leyes que desde 2010 se han sancionado para la designación de áreas protegidas, señaló que “mediante el Proyecto de Fortalecimiento de la Gestión y Protección de la Biodiversidad Costero Marina en Áreas Ecológicas Clave y Aplicación del Enfoque Ecosistémico de la Pesca, se identificaron ocho áreas de importancia biológica y ecológica; esto quiere decir que vamos a seguir teniendo este debate para que más áreas marinas pueden llegar a constituirse en reservorio de la humanidad”

“Lo que estamos haciendo es ir a tono con uno de los problemas más serios e ingratamente ignorados por la dirigencia política del mundo, que es el cambio climático. Siento una enorme felicidad en esta sesión porque hemos venido a hacer una muy buena faena para cuidar el planeta”, dijo Camaño y cerró su exposición diciendo que se sentía orgullosa de estar protegiendo muchos kilómetros marinos, “que a veces con una visión economicista no logramos ver”.

Sorprendió la intervención del presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Julio Solanas, que llegó al recinto sin un dictamen de su comisión por no haberse reunido, pero que al momento de tomar la palabra habló sobre el arduo trabajo realizado por él y otros diputados del bloque kirchnerista en la designación de áreas marinas protegidas en el pasado. “Trabajamos una mañana en silencio, como se debe hacer para llegar a este momento con el consenso necesario y no fue fácil porque son leyes trascendentes para la Nación. No hay dudas que hemos avanzado”, dijo.

“Con el paso que se está dando hoy se consolida una política de Estado, que nació con otro gobierno y se enriquece con la actual gestión. La confluencia de distintas temáticas que se dan hay que tenerla muy en cuenta, lo ambiental con la política exterior, la confluencia de la cuestión energética y pesquera”, dijo el diputado del PJ Mendoza, Guillermo Carmona, quien relacionó directamente la designación de las AMP con la soberanía sobre las Islas Malvinas.

El diputado Marco Lavagna fue el encargado de comunicar las modificaciones realizadas al proyecto de ley, que incluyeron la incorporación de la Secretaría de Ciencia y Técnica cómo así también la de Ambiente, en la articulación con la investigación científica. También la creación de un comité permanente y vinculante en el que participará un representante de la Secretaría de Ambiente; de Ciencia y Técnica, de Agroindustria, de Seguridad, del CONICET y de los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores.

Respecto de las sanciones por la violación de esta ley se fijaron montos definidos por unidades físicas, es decir que se tomará, por ejemplo, el valor del combustible para determinar el monto de la multa y van desde 10 mil unidades a 10 millones de unidades.

La pesca como actividad productiva no fue tenida en cuenta por ninguno de los 196 diputados presentes en la sala. Solo el diputado Juan Aicega nombró al pasar a la Subsecretaría de Pesca como una “colaboradora en la gestión del proyecto”. El impacto que esta u otras de las áreas propuestas por la Secretaría de Ambiente pueda tener en la industria y sus trabajadores no fue contemplado, no existió.

Incluso todos estuvieron de acuerdo en que se eliminara de uno de los artículos la posibilidad de realizar algún tipo de actividad en las áreas a designar y finalmente, sin un solo voto en contra ni ninguna abstención, se aprobó la Ley de Áreas Marinas Protegidas Yaganes y Banco Burdwood II.

Desde el sector empresario pesquero habían intentado frenar el tratamiento del proyecto y habían argumentado un día antes de la votación que “el bajísimo estudio biológico que dice sustentar el área elegida no pone en consideración la explotación pesquera” y que “se ha elegido llevar a cabo el proyecto a través de Parques Nacionales, pasando por encima de las autoridades establecidas para la administración correcta de los recursos marinos e ignorando al INIDEP”

Recordemos que las ocho áreas identificadas a las que hizo referencia la diputada Graciela Camaño fueron propuestas por la Secretaría de Ambiente sin consultar al INIDEP y sin siquiera tener en cuenta la profusa información científica que esta institución produce desde hace décadas. Ello se debió al pésimo manejo que hicieron del tema las autoridades de la Secretaría de Agroindustria, de la Subsecretaría de Pesca y el Consejo Federal Pesquero, que en su momento participaron de los encuentros sin hacer aportes ni convocar a los biólogos especializados en la materia (Ver Áreas Marinas Protegidas y la improvisación del CFP).

A la vez, argumentaron que “el proyecto no fue consultado con el sector privado ni con los gremios de los trabajadores que operan sobre esas áreas” y que “la falta de consulta y participación conlleva pobreza de criterios y la falta de enriquecimiento de conceptos prácticos para la ley”.

“Si el proyecto entra y se aprueba en extraordinarias será sin dudas un proyecto sin consenso”, habían señalado desde el sector pesquero. La ley ya tiene media sanción y es probable que antes de fin de año se le dé tratamiento en la Cámara de Senadores; si no se llega será debatida en 2019. Este parece ser otro de los temas en los que la gestión pesquera no ha trabajado en función de las necesidades del sector y ahora estamos en tiempo de descuento.
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