La Nación 12-11-2018 - Fernando Bertello En la presentación de sus proyecciones para la campaña 2018/2019, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires consignó en septiembre pasado, entre otros, un dato que no pasó inadvertido para los técnicos que día tras día están con un ojo en los lotes. Este año, con siembra directa habría un millón más de hectáreas que en el ciclo pasado.

El indicador que releva la entidad tuvo una caída en los últimos años. En 2010/2011, se hacía con este sistema el 94% de la superficie total, pero ese porcentaje cayó a 90% en 2014/2015. Las malezas resistentes, los excesos hídricos que en algunas zonas llevaron a la necesidad de recuperar lotes huelleados y bajos estuvieron entre los factores que ocasionaron el freno.

Vale recordar que la siembra directa más las rotaciones (en diversidad e intensidad) y la reposición de nutrientes han permitido en el país un control de erosión superior al 90 por ciento.

Más allá del dato de la Bolsa de Cereales porteña sobre la campaña, este año afloraron observaciones de técnicos alertando sobre una mayor presencia de lotes movidos versus el ciclo pasado. El panorama no es uniforme y tiene matices según las regiones. Veamos.

"Recorro la zona núcleo tanto en el norte bonaerense como el sur de Santa Fe y veo más lotes disqueados que el año pasado, no solo donde hubo algunos huellones por la maquinaria o el tránsito a la hora de la cosecha, sino disqueados de alambre a alambre, lo cual es llamativo", describió Daniel Schön, ingeniero agrónomo miembro de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín.

Para este técnico, esto ocurre porque hay productores "que han sido sobrepasados por la situación compleja de las malezas y han optado por pasar un disco para poner los lotes en condiciones de sembrar". Y añadió: "Hay casos de gente que hizo un barbecho y luego optó por el disco como si fuera un doble golpe para dejar al lote en condiciones de sembrarse". Destacó que, desde lo técnico, "es un retroceso" el disqueado. "Es esconder el problema y no solucionarlo", afirmó.

Entre Corral de Bustos y Chañar Ladeado hay lotes movidos y con efecto "planchado" Entre Corral de Bustos y Chañar Ladeado hay lotes movidos y con efecto "planchado" Crédito: Gentileza Juan Pablo Ioele

Mariano Cirio, asesor y gerenciador de campos, trazó el siguiente diagnóstico para las zonas de Roque Pérez, Lobos, Las Flores y Bolívar. "Se ve más, y creo que los motivos son las malezas resistentes, costos en dólares del disco versus el barbecho químico. No digo que estén bien los argumentos, pero estimo que vienen por ahí", apuntó.

Para la región del sudeste bonaerense, de Tres Arroyos a Necochea y Tandil, Agustín Bilbao, asesor, señaló que si bien no en una superficie grande allí "siempre se siguió disqueando".

"Hay más movidos que hace cuatro años, pero no más que el año pasado. La gente se dio cuenta de que el hecho de disquear un lote tampoco la salva del problema de las malezas", expresó.

Los anegamientos en alguna regiones llevaron tras la sequía, al intento por recuperar lotes que antes era sembrables Los anegamientos en alguna regiones llevaron tras la sequía, al intento por recuperar lotes que antes era sembrables Crédito: Gza. Juanp Koele

Para Matías Amorosi, de la consultora AZ Group, el disqueado de lotes para implantar cultivos solo se da en "algunos casos aislados, con propósitos definidos, llevados adelante principalmente por productores chicos, con un perfil más chacarero". No obstante, describió la situación que se dio en la provincia de Buenos Aires tras los problemas de inundaciones y malezas. "En algunos lotes bajos de General Villegas, que se estaban recuperando de la inundación, con un fachinal al de malezas imposible de controlar con tratamientos químicos, se recurrió a una pasada de discos para crear una condición favorable para la implantación.

En los lotes altos y de buena fertilidad de la misma zona se siguió con la siembra directa igual que en años anteriores". Agregó que "en campos de Junín se han concretado pasadas de discos para borrar huellas de maquinaria alrededor de los bajos y para dominar la totora". Amorosi señaló allí que las herramientas de discos también se han usado para eliminar huellones provocado por el paso de las cosechadoras en condiciones de humedad, y para recuperar lotes compactados por mal manejo de la hacienda en época de lluvias. Precisó que los trabajos han involucrado una proporción baja de la superficie de cada campo, "menor del 15 por ciento", según precisó.

Para Santiago Lorenzatti, de Okandu, en el sudeste de Córdoba los lotes movidos o disqueados pueden tener que ver con algunos lotes puntuales de malezas, pero esto "sería la excepción".

"Lo veo en lotes bajos que se sembraban normalmente, que con un año muy húmedo quedaron inundados y con la sequía volvieron a estar trabajables pero muy huelleados. Ahí algunos productores optaron por moverlos", explicó. Contó que en esos casos se corrigieron las huellas y se apuntó a sembrar trigo esta campaña. "Esa es la principal causa en esta zona; recuperar bajos previamente inundados y que históricamente eran sembrables y habían quedado huelleados en la época de excesos (hídricos)", acotó.

"No estoy viendo más que otros años", dijo, en tanto, el consultor Teo Zorraquín. Marcelo Peano es ingeniero de Red Surcos para la zona centro de Santa Fe y Entre Ríos. En su opinión, en la zona "hubo un aumento considerable" de suelos movidos porque habían quedado huelleados.

También, dijo, en muchos lotes que fueron a maíz, girasol y sorgo los fertilizantes quedaron "medio inaccesibles con respecto a los precios y movieron los suelos para acelerar los procesos de nitrificación y ponerle menos fertilizante (urea)". Además, ante los problemas de malezas, se movieron los lotes para "resetearlos".

En tanto, en opinión de Carlos Grosso, un asesor en la zona del centro oeste de Santa Fe, en esa región no se ven más lotes movidos que el ciclo pasado. "Al contrario, este año casi no vi. Lo que parecía una tendencia de más laboreo esta campaña se revirtió. Casi no se ven lotes laboreados ni hay lotes con escapes importantes", señaló.

Para Grosso, "se le agarró bastante la vuelta a la problemática de malezas". Un relevamiento del asesor muestra, no obstante, cómo se encareció el control de malezas. De US$26 por hectárea entre 2001 y 2008 esta campaña se requerirán US$82. Si se suman plagas y enfermedades la cuenta se estira a US$120 por hectárea.
Lo que dicen los especialistas

"La gente se dio cuenta que disquear no la salva del problema de las malezas". Agustín Bilbao, asesor.

Agustín Bilbao Agustín Bilbao

Para el técnico, en el sudeste bonaerense hay más suelos movidos que hace cuatro años, pero no más que 2017.

"Se han recuperado bajos previamente inundados y que históricamente eran sembrables". Santiago Lorenzatti, asesor.

Santiago Lorenzatti Santiago Lorenzatti

Según el experto, solo en esos casos se han registrado lotes movidos en el sudeste cordobés este año.

"Se está gastando más en insumos, pero el sistema no es inmanejable; se hace más agronomía". Carlos Grosso, asesor de VMV Siembras.

Carlos Grosso Carlos Grosso

Según el técnico, el productor le "agarró la vuelta" a la problemática de malezas, si bien el problema sigue.
Por: Fernando Bertello