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La Nación 22-10-2018 - Carlos Marin Moreno Con una oferta de ganado para faena más fluida, el mercado parece estabilizarse en los últimos días, con alguna tendencia a la baja. "La fuerte restricción de oferta de principios de septiembre ya pasó, y el consumo está muy alicaído y les pone un límite a las cotizaciones", observa Ignacio Iriarte, director de Informe Ganadero.
La exportación, que impulsó fuertemente los valores de la vaca y del novillo al ritmo de la devaluación, ya ha consumido gran parte del poder de compra que le dio la suba de la divisa. Un dólar que retrocede y la reaparición de las retenciones han reducido los márgenes de la actividad.
Mientras tanto, según un conocido exportador, "las utilidades obtenidas en el primer semestre del año se destinan a realizar las inversiones que no se concretaron en el los últimos años, a ampliar la capacidad de faena y a incrementar las existencias de novillos en los feedlots".
Algunos ajustes
El límite del poder de compra de la industria exportadora está determinado en buena medida por el porcentaje de la facturación de cada empresa, que proviene del mercado interno, que hoy supone un lastre para el negocio. Además, hay desarrollos comerciales (carnicerías, hamburguesas, distribución de cortes en caja) de los últimos años que no se pueden abandonar de un día para el otro.
En tanto, la caída en la oferta de novillos pesados y de vacas manufactura y conserva de las últimas semanas ha llevado a los exportadores a incursionar en otras categorías, como la vaquillona pesada o el novillo de 115 a 125 kilos la media res, cuyos precios se han atrasado con relación al del novillo pesado.
Como todavía hay rentabilidad -en gran parte debido a la presencia de la demanda china- y hay que llenar la playa de faena, también se ha comenzado a comprar novillos livianos o entrepesados, y novillos sin trazar.
Por: Carlos Marin Moreno |
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