BAE 08-10-2018 - Francisco Martirena

Al concluir la última jornada del B20, uno de los grandes puntos que quedó bajo la lupa es la necesidad del G20 y la Organización Mundial del Comercio de apuntalar las exportaciones de alimentos para beneficiar el desarrollo de los países emergentes como la Argentina.

La palabra más profunda perteneció a uno de los referentes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el neozelandés Phil OReilly, que se dio cita en Buenos Aires. Pidió "reducir los niveles de aranceles a los alimentos porque son muy altos", y sostuvo que "debemos hacer crecer la agricultura en un 10% para generar mil millones de empleos" en todo el mundo. No es un dato menor que Nueva Zelanda claramente también es un país exportador de alimentos.

Por su parte, Inés Van Lierde, chair de Aegis Europe (una entidad que nuclea cámaras industriales del viejo continente) consideró que "algo está mal en el comercio internacional" por lo que destacó al comercio libre "siempre y cuando sea justo". Sobre la necesidad de reformular a la OMC, se preguntó: "¿Cuán urgente es reformular las reglas? No es mañana y quizás no es hoy. Debería haber sucedido ayer", lanzó Van Lierde ante el auditorio que copó uno de los pabellones de La Rural.

A continuación, Marc Allen, presidente de Boeing International, e Isela Costantini, CEO de GST Financial Services participaron de una conversación en conjunto para explorar la experiencia de Boeing, en cuanto a la articulación de políticas entre los gobiernos. El ejecutivo puntualizó que se trata de una industria en la que las políticas importan, por lo que buscan orientar el negocio no sólo hacia el mercado, sino también, hacia el interés de los gobiernos.

En este sentido remarcó que "para una empresa como Boeing es fundamental que los gobiernos conversen entre sí".
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