La Nación 01-10-2018 - Carlos Marin Moreno Los precios del trigo disponible se cotizan por encima de los de Chicago, pese a pagar retenciones: US$220/230 por tonelada en puertos argentinos vs. US$192 del mercado externo. La razón de este comportamiento estaría vinculada con una fuerte demanda de exportación, que consiguió ubicar mucha mercadería en destinos lejanos y en Brasil, frente a una cosecha ajustada. También influye "el contexto económico y político enrarecido, que no impulsa las ventas entre quienes tienen trigo viejo; además hay dudas sobre la cosecha nueva, con un clima que no termina de abastecer todas las necesidades hídricas en las etapas más demandantes del cultivo", observa el consultor Sebastián Olivero.

En el plano internacional resta ver cuánto merma la cosecha de Australia, afectada primero por sequía y luego por heladas, y el criterio que tomará Rusia respecto de la habilitación de sus exportaciones. Esta "foto" favorable de las cotizaciones actuales debería dejar paso a otra menos auspiciosa con el avance del almanaque hacia la época de cosecha. La posición enero de 2019 en nuestro país cae a US$195 por tonelada frente a los US$205 de Chicago.

Soja demandada

En soja pasa algo parecido. La mercadería disponible se cotiza a US$258 por tonelada vs. los US$313 de Chicago, pero si a este último precio se le descuentan las retenciones daría US$225, según Olivero. Las razones de este "premio" por el producto argentino son su escasa disponibilidad luego de la sequía y los coletazos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. "Hay un diferencial de precios del orden de los 80/90 dólares por tonelada entre Brasil y Estados Unidos por el desvío de los embarques, que se reduce a la mitad aproximadamente en la Argentina, pero que manifiesta el interés de los compradores orientales en esta época del año", justifica Olivero. La posición a cosecha mantiene la situación favorable para la Argentina: US$250 por tonelada para mayo de 2019 vs. US$330 de Chicago. Si se restan las retenciones, caen a US$238. Por ahora no hay muchas operaciones concretadas a ese precio porque los productores quieren ver qué pasa con el mercado climático sudamericano luego de una gran cosecha estadounidense para tomar coberturas, si no aprovecharon los muy buenos precios que se ofrecían en el invierno.

Clima primaveral

En ese sentido, los pronósticos climáticos para la primavera y para el verano son alentadores para los rendimientos de los cultivos, según adelantó el consultor Eduardo Sierra en el reciente lanzamiento de la campaña gruesa, organizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (de lo que se informa en pág. 4). Vaticinó una primavera con lluvias un poco superiores a las normales en casi toda la región pampeana, menos en el sudoeste de Buenos Aires, producto de una situación neutral o de un Niño débil incipiente, que es el escenario más proyectado por los servicios meteorológicos de varios países.

Para el verano ya podría instalarse un Niño débil, que mantendría buenos registros y que aseguraría precipitaciones importantes en el litoral fluvial. Este contexto climático podría ser el soporte de una buena cosecha, sin excesos hídricos que generen perjuicios importantes en los campos y en los centros urbanos. Las posibilidades de ocurrencia de un marco climático caracterizado como neutro o Niño son del 70%, según Sierra, en tanto que la probabilidad de ocurrencia de un Niño fuerte cae al 20 por ciento y de una Niña, al 10 por ciento.
Por: Carlos Marin Moreno