BAE 25-09-2018 - Merino Soto La falta de lluvias constantes en Buenos Aires y Córdoba siguen marcando el alerta a los productores de trigo que apuestan a que el próximo fin de semana lleguen las precipitaciones para el cereal que define por estos días el rendimiento por hectárea. En el NEA y NOA, el agua apareció, pero fue tarde y la cosecha se echó a perder.

Fuentes oficiales consultadas por BAE Negocios se mostraron preocupadas porque pese a que “se vieron lluvias la semana pasada las cuales aliviaron algunas zonas, la situación sigue siendo crítica”.

Según las previsiones climáticas, las precipitaciones se harán presente en los siguientes días lo que seguro ayudará al trigo en gran parte del Córdoba y algunas zonas de Buenos Aires como 25 de mayo, Bolívar, Saladillo, Bragado, entre otras.

En las localidades bonaerenses se estima que están en riesgo una producción de un millón de toneladas mientras que en Córdoba, la segunda en importancia para el trigo dado que representa el 25% del área total sembrada. Ambos aportan una producción de 5,5 millones de toneladas que a valores FOB representa ingresos por u$s1.280 millones. Dólares que espera como primera ayuda del campo el Gobierno entre noviembre y diciembre.

Por lo pronto el poco cereal que hay hoy en el mercado hace que la molinería salga a abastecerse cada semana en vez de cada 30 días. Así lo afirmó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que señaló que el procesamiento de trigo pan en julio, último dato disponible, de 470.000 toneladas es el más bajo para dicho mes desde la fatídica campaña 2012/2013, afectada por una severa sequía y contaminación con fusarium. Fuera de ésta, hay que retrotraerse a julio del 2006 para encontrar un nivel más bajo de molienda.

“La verdad es que hay poco trigo dado que la campaña 2017/018 sufrió exceso de agua lo que hizo que la siembra fuera baja respecto de la anterior en un contexto en donde hubo mucha demanda desde Brasil y demás países”, explicó la jefe de estudios económicos de la BCR, Emilce Terré.

La mala noticia si se quiere es que en el NEA y NOA la fenología del cereal ya estaba avanzada es decir con el número de granos ya casi definidos y el agua llegó tarde.

Es el caso por ejemplo de Salta donde si bien las lluvias aparecieron en el momento justo no llegaron a salvar todo el trigo sembrado

Se entiende entonces que la molinería seguirá ajustada dado que los trigos del norte aparecen recién en un mes, pero ya se sabe que hay poco y falta saber si es de buena calidad de lo contrario habrá que pedirle a la exportación.