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BAE 21-09-2018 - Merino Soto Los pocos milímetros de agua que cayeron en los últimos días en Córdoba siguen por debajo de lo que se espera para el cultivo, que define en los siguientes días su rendimiento por hectárea. En el norte del país llegó, pero fue tarde y ya hay pérdidas.
"Córdoba sigue complicada a partir de que las lluvias fueron muy dispares tanto en intensidad como en cobertura, las cuales no van a ser suficientes en el corto plazo. Por este motivo, deben haber precipitaciones en lo inmediato para revertir el déficit hídrico", afirmó a BAE Negocios, el jefe de estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Esteban Copati.
Sucede que esta provincia es la segunda en importancia para el trigo dado que representa el 25% del área total sembrada luego de Buenos Aires. Lo que hace que aporte una producción de 4,5 millones de toneladas que a valores FOB representa ingresos por u$s1.100 millones. Dólares que espera como primera ayuda del campo entre enero y febrero.
Precisamente ayer la Secretaría de Agroindustria hizo una pequeña reducción de 60.000 hectáreas en el área sembrada, para luego sostener que si bien "el cultivo se desarrolla sin mayores inconvenientes, en varias zonas del país se está haciendo notoria la falta de humedad en los perfiles superficiales del suelo".
En la misma línea el director de Clima y Agua del INTA, Carlos Di Bella, señaló a este diario que la situación del trigo "es de expectativa y de alerta". "Los cereales están esperando el agua para poder expresar todo su rendimiento", sostuvo.
Por otro lado el agua que si se hizo presente en el NOA y NEA "llegó tarde porque el trigo ya había definido su rendimiento", por lo que "ahora todo apuntará para el maíz".
Hoy todo indica que la campaña 2018/2019 tendrá el efecto del Niño, lo que significa lluvias. Pero los climatólogos consultados ven "anomalías", que son las que están frenando la llegada de las precipitaciones como debería ser para esta época del año.
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