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La Nación 17-09-2018 - Mariana Reinke La industria molinera tiene menos de un mes para terminar de instalar en sus establecimientos el sistema de cajas negras para el control de la evasión, presentar la factura proforma o el pedido de presupuesto de estos equipos.
Como ya lo hizo con la carne, el Gobierno le puso el foco a transparentar este sector donde la evasión rondaría los $5000 millones, según señaló a LA NACION Marcelo Rossi, director de Control Comercial Agropecuario de la Secretaría de Agroindustria de la Nación. En una recorrida por las empresas, ese organismo había encontrado una serie de irregularidades tanto en los mismos molinos como en plantas de acopio.
Así, esa cartera dispuso la obligación de instalar y poner en funcionamiento el sistema de Controladores Electrónicos de Molienda de Trigo (CEMT). "Es el momento ideal para encarar una lucha frontal pero no solo en función de la recaudación, sino por la competencia desleal que pueda existir en el mercado. Quién compite con reglas de juego por izquierda que no son las normales saca ventajas competitivas con el resto", dijo el funcionario.
En esta línea, Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), señaló que se están ultimando detalles de la aparatología para reconvertir una tecnología obsoleta con los viejos caudalímetros.
"Estábamos en una cadena (harina, trigo, pan) con extrema marginalidad, que incidía de sobremanera la diferenciación entre empresas", expresó.
La tecnología que ya está en el mercado, con los lectores de faena en bovinos con una cobertura de más del 99%, sirvió para poner en marcha los mismos equipos en la industria molinera. En esa actividad, solo cinco fueron las empresas proveedoras de equipos en los establecimientos de faena. Ahora se autorizaron a tres proveedores más y serían entre siete y nueve las empresas que comercialicen los dispositivos, con costos variables que van de entre los 15 mil a 20 mil dólares.
En la molinería existe la mitad de los establecimientos (160 molinos y 184 plantas industriales) que en la industria frigorífica. Además de la caja negra, se agregará otro equipo para medir el uso de energía porque existe una correlación directa entre la energía utilizada y el volumen de harina molida. "Los molinos trabajan al 100%, nunca trabajan al 60%, o están funcionando o están apagados", señaló Rossi.
En este contexto, se buscará consenso a la hora de decidir cuándo será la fecha límite en que deberán estar instalados todos los dispositivos con el fin de que, una vez listos, el 1° de noviembre o más tardar el 1° de diciembre empiecen a funcionar.
Por: Mariana Reinke |
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