Revista Puerto 17-09-2018 - Karina Fernández Los propietarios del buque Don Santiago solicitaron al CFP que les permitan añadirle el permiso de la lancha amarilla Nueva Madonna de la Gracia que les posibilitaría ingresar a la pesquería de langostino como ya ha ocurrido en casi unos 30 casos. Lo llamativo es la brutal sinceridad con la que los miembros del Consejo reconocen que en este tipo de reformulaciones no se cumple con los objetivos de política pesquera trazados, pero que pese a ello deciden seguir adelante. La reformulación no salió por unanimidad, ya que tuvo el voto negativo del representante de la Provincia de Chubut y de la representante del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Según los datos que aportó la Autoridad de Aplicación, la lancha Nueva Madonna de la Gracia, de 12,7 metros, cuenta con un permiso de pesca con autorización de captura para todas las especies no cuotificadas y registra un promedio de captura de los tres mejores años de 373,5 toneladas. El Don Santiago tiene cuota de merluza y una autorización para capturar todas las especies con exclusión de merluza austral y langostino, con la que generó un promedio de capturas de 1874,4 toneladas.

En el curso del miércoles los miembros del Consejo discutieron esta reformulación junto con otras. El Representante de Chubut y la del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable se oponen a seguir permitiendo el ingreso de barcos a la pesquería de langostino mediante esta modalidad, pero ningún otro consejero los apoya. Por lo tanto las reformulaciones siguen adelante, a pesar de que quienes las otorgan ya han reconocido que no cumplen con los objetivos de política pesqueras que por ley debe cumplir este cuerpo colegiado.

“Luego del análisis de la petición, la misma no puede prosperar en los términos en que fuera planteada, por no cumplir con las pautas y objetivos que ha trazado el CFP. Sin perjuicio de lo expuesto, se considera la solicitud, ajustada a la política fijada por el CFP”, señalan textualmente en el Acta 24. No se aclara cuáles son las pautas que se incumplen ni cuál es la política del CFP a la que se ajusta, dado que en esta reformulación como en tantas otras no existe una reducción del esfuerzo pesquero.

Finalmente con 7 votos a favor y 2 en contra la reformulación quedó aprobada de la siguiente manera: el permiso de pesca de la lancha se extingue y “deberá ser desguazada de ser posible (en razón de su estado) o bien eliminada de la matrícula nacional”. Al Don Santiago le otorgaron una nueva autorización de captura de 336 toneladas anuales de todas especies (sinónimo de langostino) que suma a las 1874 toneladas que ya tenía para todas las especies con exclusión de merluza austral y langostino y conserva su CITc de merluza.

Todavía quedan por definirse unas cuatro o cinco reformulaciones más en el CFP, algunas de características similares a la que se aprobó esta semana y otras que no solo no generan una reducción del esfuerzo sino que, como fueron planteadas, además de otras irregularidades aumentarían el esfuerzo. Pero lo cierto es que luego de casi tres años en los que todo se ha permitido ya es muy difícil parar esta bola que se ha echado a correr.

Desde el momento en que se permite que un barco como el José Américo este pescando de forma completamente ilegal, todos tienen derecho a exigir que para ellos tampoco se cumpla con las leyes. Este es el escenario de política pesquera que supo construir, primero como Director y ahora como Subsecretario, Juan Manuel Bosch. Y que ante un escenario de abundancia de recurso como el actual, a nadie parece importarle demasiado.
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